Cardiopatía isquémica es la primera causa de muerte en México: cardiólogo
Tabaquismo y alcoholismo añaden un factor de riesgo adicional
La primera causa de muerte en México es la cardiopatía isquémica, favorecida por las enfermedades crónico degenerativas que regularmente se presentan después de los 50 años de edad: hipertensión, diabetes, sobrepeso u obesidad, colesterol alto, triglicéridos elevados y otras más.
Así lo indicó el doctor Jesús Hernández Muñuzuri, reconocido cardiólogo radicado en Acapulco, quien agregó que el tabaquismo y el alcoholismo añaden un considerable factor de riesgo de padecer una cardiopatía isquémica, más conocida como infarto de miocardio.
Es por ello que estar atentos a mantener una buena presión arterial, así como niveles adecuados de glucosa, colesterol y triglicéridos, además de practicar ejercicio, al menos media hora de caminata al día y evitar fumar y beber alcohol, se tornan en prácticas indispensables para minimizar la posibilidad de un infarto, del que, si se sobrevive, en el mejor de los casos dejará daños importantes e irreversibles en el enfermo.
El especialista del corazón explica que, cuando un paciente acude a su consultorio, le aplica un protocolo de estudio para detectar el riesgo de infarto y si es el caso, lo canaliza a la institución correspondiente para que le amplíen los estudios que requiere y se determine la necesidad o no, de un tratamiento invasivo, como un cateterismo cardiaco o una cirugía, por ejemplo.
Así, el doctor Muñuzuri enfatizó las ventajas de practicar la medicina preventiva, para obtener más años de vida, con calidad y plenitud, con respecto a la medicina curativa, que de alguna forma significa menos años de vida y no siempre con la calidad deseable.
Además, resalta el factor económico, muchísimo menor a nivel preventivo que curativo; baste contemplar el costo de una cirugía de corazón abierto, por ejemplo, además de los gastos post operatorios y los cuidados, que suelen ser por el resto de la vida del paciente.
A pregunta expresa, reconoció que se ha notado un incremento en el número de eventos cardiovasculares, atribuidos principalmente al sedentarismo forzado por la pandemia de Covid-19 y muy probable, también por el estrés permanente que generó en muchas personas.
Enrique Gutiérrez San Miguel