Luz de resistencia indígena
Sergio Lugo
El 13 de agosto se inauguró una maqueta del Huey Teocalli (Templo Mayor), en el Zócalo de la Ciudad de México, para conmemorar los 500 años de la resistencia indígena de los mexicas frente a los españoles católicos conquistadores. El 2 de octubre de 1968 ocurrió la matanza de estudiantes en la plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco.
El 12 de octubre de cada año, en varios países se conmemora el mal llamado Día de la Raza, cuando supuestamente Cristóbal Colón “descubrió” América. Y el 1o y 2 de noviembre, en México celebramos el Día de Muertos.
En todos esos acontecimientos tiene que ver un hilo con los pueblos indígenas. En primer lugar, el gobierno de la Ciudad de México con Sheinbaum, hizo que prevalezca en la memoria cuando los españoles trataron de conquistar Tenochtitlán, para los mexicas el Templo Mayor era vital, dedicado a Huitzilopochtli y a Tláloc. La guerra, el sol, y el agua como algo sagrado.
Se encuentra a un lado de la catedral, que fue edificada con las mismas piedras de los templos que fueron destruidos por los españoles. Recordemos que el 20 de mayo de 1520 los españoles traicionaron a los mexicas, y los asesinaron mientras realizaban una fiesta en honor a Tóxcatl.
La derecha mexicana y española como Vox, tratan de justificar la conquista de los españoles a los mexicas, con el pretexto de que liberaron a varios pueblos indígenas del yugo mexica, pero no dicen que los españoles impusieron su religión a base de la espada, y que la Santa Inquisición contra judíos y no creyentes, fue igual de sangrienta.
Recomiendo el libro Visión de los vencidos, de Miguel de León Portilla; (UNAM, México,1959); el cual, mediante documentos, da voz a los indígenas quienes cuentan cómo fueron destruidos sus hogares.
Díaz Ordaz, del PRI, mandó asesinar a más de 300 estudiantes en Tlatelolco, el 2 de octubre, justamente a un lado de la zona arqueológica del mismo nombre, encima existe una iglesia católica, símbolo de la conquista.
Hace 500 años Tlatelolco era como la ciudad hermana de Tenochtitlán, y ahí fue el último bastión de la resistencia contra los españoles, contaba con el mercado más grande de la región.
Recomiendo el libro Regina, 2 de octubre no se olvida, de Velasco Piña. (México, Jus, 1994). Sí bien es una novela del autor guerrerense, de Buenavista de Cuéllar, explica el contexto indígena con los rituales, y el sacrificio. La protagonista murió ahí.
El 12 de octubre es el día de la invasión. Por cierto, hay evidencias de que los vikingos y quizá chinos ya conocían nuestro continente.
Recomiendo el libro Native american history de Judith Nies, publicado en Estados Unidos. Dice que Cristóbal Colón se llevó a los indígenas arawaks a España para venderlos en mercados de esclavos.
Recomiendo las películas, The Missión, del director Roland Joffé. Explica cómo los europeos trataron de imponer el catolicismo a los indígenas guaraníes.
Y Cabeza de Vaca, del director Nicolás Echeverría. Es sobre el conquistador católico Alvar Núñez, quien fue tomado como prisionero de unos indígenas en el sur del actual territorio de Estados Unidos.
Sobre lo que se festeja el 1o y 2 de noviembre, no olvidemos que es algo indígena que la Iglesia católica se tuvo que apropiar para sobrevivir (así ha sido siempre).
Mientras que en Mixquic, Tláhuac, un pueblo indígena enclavado en la Ciudad de México; es hermoso que en estas fechas al cementerio lo llenan de velas y flores de cempohualxóchitl, para que los muertos los vayan a visitar, existe un tzompantli increíble, y cerca, en el pueblo de Tecómitl, las familias ponen fogatas afuera de sus casas para recibir a los difuntos. Recomiendo el libro Día de muertos en Milpa Alta, de Manuel Garcés, (México, 2017).
En el Zócalo de Taxco, Guerrero, cada año exponen una Catrina de gran tamaño, inspirada en los trabajos del grabador Guadalupe Posadas, manufacturada por cientos de flores de cempohualxóchitl.
Finalmente recomiendo el libro Una luz en la montaña, de Rosalba Díaz, profesora de la UAGro, que imparte la clase de antropología en Tixtla, en el que se explaya sobre el significado de las velas para los rituales nahuas. Con todo eso, seguimos con la resistencia indígena a una imposición europea fanática religiosa.