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Articulos El Guerrero 23 diciembre, 2021 (Comentarios desactivados) (259)

Prevenir la Violencia de Género desde una Perspectiva Educativa Integral I/II

Mayra Martínez Pineda

“El sexismo está estrechamente relacionado con la división ancestral del mundo en dos espacios: el público, reservado exclusivamente para los hombres y el privado, el único en el que podía transcurrir la vida de las mujeres…”

Hay un deber ser, un orden impuesto desde el momento en que las personas de las primeras eras de la humanidad comenzaron a ser sedentarios y a dividir las tareas, dejando a las mujeres en el tema de la crianza, cuidados y recolección de frutos, como tareas sencillas por la falta de fuerza, según las primarias percepciones. Se ha llegado a decir que la evolución del hombre para pasar de caminar en pies y manos a sólo pies, es debido a la necesidad de incorporar la fuerza para la caza, invisibilizando la proyección misma en ello, de las mujeres.

En sociedades matriarcales hubo mayor inclusión, pero la historia misma no da cuenta importante de ello. Ha sido bastante el material que replica hombres en lo público desde el poder, las artes, la ciencia y la cultura, haciendo parecer que este orden de las cosas era funcional, pero escondiendo un tema por demás lastimoso, la violencia de género hacia las mujeres y las niñas, condenadas a ser presa fácil de vejaciones a sus derechos humanos, de persecuciones por romper estereotipos y condenadas al desprestigio social por transgredir el espacio privado al que fueron recluidas.

Otro señalamiento importante es el que refiere que “La dualidad de la existencia humana (Bakan, 1966), para la cual se enseñaba a cada individuo a identificarse con la mitad de los valores: los masculinos o los femeninos, como si fuera imposible aspirar a todos”

Ahí nacieron los estereotipos, la producción de ideas sexistas y la consolidación del patriarcado que da origen a una forma extrema: el machismo, los valores mostrados y perpetuados tienen que ver con fijar límites al género femenino, siempre en una necesidad de no permitirle ni competir ni parecerse al género masculino, otorgando liderazgos, poderes absolutos, reconocimiento a los hombres, para tener como resultado una dependencia y subordinación del género femenino.

El sexismo se aprende desde la infancia, la igualdad también. Para comprender la especial relevancia que sobre este tema tienen las experiencias que se viven en la infancia y en la adolescencia conviene recordar que el ser humano nace con una gran plasticidad para adaptarse al entorno, que es máxima en las primeras edades y va reduciéndose con la maduración.

Sin duda el aprendizaje en las etapas más tempranas favorece a los sexismos, que se interiorizan y es difícil retirar en la vida adulta. La igualdad es un tema ligado a los derechos humanos, consolidados de manera formal en casi todas las constituciones del mundo, la igualdad es la base para crear sociedades más incluyentes, tolerantes y de avanzada, es la igualdad sustantiva, en los hechos, por la que se favorece la creación de leyes e instituciones que rijan política pública al respecto, para eliminar todas las formas de discriminación y de violencia hacia las mujeres y niñas en el orbe.

¿Cómo explicar que en los diversos indicadores de éxito escolar las mujeres obtengan resultados mejores que los hombres? Una de las respuestas más frecuentes a esta pregunta destaca, con acierto, la ventaja que para ello pueden suponer los tradicionales valores femeninos (empatía, capacidad para tolerar frustraciones, tendencia a ponerse en el lugar de los demás) y la imposibilidad de adaptarse a la escuela y, en general, y al complejo e incierto mundo actual, desde el estereotipo masculino tradicional…

*Maestra en prevención de Violencia de Género por la Universidad de Salamanca, España