La cámara y el fusil
Sergio Lugo
El 2 de febrero de 1972 fue asesinado el guerrillero Genaro Vázquez Rojas, líder de la ACNR. Dos amigos míos aportaron mucho para esa causa revolucionaria. Hace un año escribí sobre ellos, pero siempre me hace falta espacio para contar sus experiencias.
Armando Lenin Salgado, nacido en Guerrero, es el autor de las fotos más icónicas del profesor Genaro Vázquez. Fue a Colombia, con Mario Menéndez para fotografiar a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional.
En 1968, tomó fotos sobre el movimiento estudiantil, entre ellas el bazucazo; y en Tlatelolco, el 3 de octubre, al día siguiente de la masacre. Su lente capturó a los paramilitares del PRI Los Halcones, el 10 de junio de 1971.
En ese año, Armando, a invitación de Consuelo Solís, (esposa de Genaro Vázquez), pudo entrevistarlo en Guerrero, junto con su guerrilla, la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria, y por ese motivo fue torturado por la policía de Luis Echeverría.
Esos reportajes sobre el revolucionario, se publicaron en la revista: Por qué? Pero no le pusieron ni su nombre ni le pagaron. Armando le ofreció esas fotos a Julio Scherer, de Excélsior, sin embargo, le ofrecía una cantidad irrisoria.
Eso lo contó en su libro Una vida de Guerra, que publicó Planeta a inicios de los 90, censurado por el gobierno de Carlos Salinas. En 2008, al entonces diputado federal Modesto Brito, de Teloloapan, le mostré las copias, logramos que se imprimiera nuevamente el libro, con la ayuda del también legislador Alfonso Suárez del Real, a quien recientemente propusieron como embajador en Estrasburgo.
Conviví con Salgado los últimos diez años de su vida, hasta que murió de cáncer; lo iba a visitar a su casa, en Pilcaya, Guerrero; de alguna forma él vivía en el ostracismo, me mostró muchas fotos de la guerrilla. Para mí, la vía armada siempre será una opción.
Me contaba que muchos periódicos publicaban sus fotos, sin darle su crédito ni pago alguno. Ahora su acervo lo conserva su hija Selin, a quien también la buscan para quitarle ese tesoro y lucrar, ella heredó el talento y bondad de su padre, a mí me anima a escribir.
Una ocasión, el fotógrafo Rubén Valverde miró mi playera, era Genaro con su fusil en el hombro, e inmediatamente reconoció a su autor. Me da gusto que así, Armando sigue en la memoria colectiva.
Goyo Fernández preparó el terreno para la liberación de Genaro Vázquez de la cárcel de Iguala, el 22 de abril de 1968; en el pueblo de Icatepec, Taxco, fue el enfrentamiento con el Ejército, de alguna forma así nació la guerrilla. Después, Goyo participó en acciones armadas con Genaro, estuvo preso de 1973 a 1975 y luego de 1978 al 79; también lo torturaron.
Cada año íbamos a Icatepec para recordar al comando armado que liberó a Genaro, ahí Goyo explicaba con detalle su participación, en el monte junto a una placa. Allá acudían los ex guerrilleros Guillermo Sotelo, Santos Méndez, Bracho, Arturo Miranda, entre otros.
Sobre el asesinato de Genaro Vázquez, considera que pudo haber sido una traición de parte de Salvador Flores Bello, el chofer comisionado para llevar al guerrillero a Morelia, ya que convivió con él una semana antes de eso, y dos días previos a la partida, Salvador estuvo inactivo para descansar, así que cuando supuestamente chocó en la carretera, porque iba “cansado y desvelado”, fue una contradicción; Salvador estuvo preso, recibió trato especial y pronto lo soltaron. Goyo dice que a Genaro lo remataron en el hospital militarizado.
“Compañeros campesinos: las condiciones miserables e infrahumanas impuestas por la oligarquía, en perjuicio de las mayorías del pueblo, hacen necesarias, una vez más, las montañas del Sur… Desde ahora, deben combatir a sus enemigos con las armas en la mano y en el terreno que ellos desconocen, y cuando ustedes, no soporten más el asedio y las persecuciones, únanse a este grupo armado, donde serán recibidos con la confianza demostrada desde que nos conocimos”: Genaro Vázquez, en el libro citado.