Clemente Martínez Rendón

El documental que hizo Epigmenio Ibarra titulado “Una obra para el pueblo” es un reconocimiento para los trabajadores –hombres, mujeres y militares– que hicieron posible que se construyera un nuevo aeropuerto en México, se tenía veintidós años que no se hacía uno en nuestra nación.

El general Gustavo Ricardo Vallejo Suárez demostró su empeño, temple y disciplina como militar que es, su rostro en la inauguración lucía feliz al finalizar su discurso “hemos cumplido con la misión, señor Presidente”, se ganó el aplauso de pie de los asistentes, México está haciendo historia dando un paso cuántico al desarrollo que nos merecemos los mexicanos.

La oposición del PAN se volvió loca al despotricar sobre la obra recién inaugurada por el mandatario Andrés Manuel López Obrador, el único panista que lo respaldó fue el gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri González, quien dio un mensaje con ecuanimidad sobre el AIFA, “si le va bien a mi Presidente, le va bien a México”, fueron sus palabras, y pidió a sus adversarios que se dejen de mezquindad, “no vi ningún cerro que impidiera el despegue de los aviones”, dijo en forma contumaz.

En dicho documental don Epig toca las fibras emocionales y muy finas de quien lo ve, pero sobre todo de quien lo observa, como lo señaló Claudia Sheinbaum, saca las lágrimas de cada persona, ya que toma el sentimiento de los trabajadores, el orgullo con el que posan para la fotografía con el presidente López Obrador.

También se hace un reconocimiento a los proveedores nacionales y extranjeros que suministraron los insumos requeridos para la obra, el general Vallejo relata que ya cuando quedaron de acuerdo con los costos finales, les preguntó a los empresarios ¿y por amor a México, qué otro descuento pueden dar?, nos dieron un tres por ciento más de descuento, es decir, contribuyeron desde su trinchera empresarial, es obvio quién no le tiene amor a nuestra nación, (bueno.. yo creo que los panistas son los únicos).

Quienes trabajaron en la obra del AIFA, ya tienen qué contarles a sus nietos, al paso de los años con orgullo dirán, “yo trabajé en la construcción en el aeropuerto Felipe Ángeles”. “Hay un antes y un después”, dice el general Vallejo Suárez, hecho en México por militares, civiles y para los mexicanos.

Conclusiones:

PRIMERA. El presidente Andrés Manuel López Obrador demostró que México puede tener un desarrollo sin solicitar ningún préstamo al Banco Mundial, ni endeudando a la nación como lo hizo la oposición en años anteriores. Sus adversarios presumían que en sexenios pasados hubo crecimiento en materia económica, pero no hablan que dejaron diez billones de pesos mexicanos en deuda con el extranjero ¿de qué crecimiento hablan o a qué país se refieren?

SEGUNDA. Por primera vez en décadas se cumple en tiempo y forma, así como el presupuesto establecido de una obra de gran envergadura como la construcción del Aeropuerto Felipe Ángeles, es por eso que la oposición está muy enojada porque nuestro país avanza con infraestructura para el desarrollo futuro de México.

TERCERA. El dos de julio del presente año, Epigmenio Ibarra tiene de nueva cuenta una cita con la historia, con cámara en hombro estará presente en la inauguración de la refinería de Dos Bocas en el estado de Tabasco –el hombrón de Epigmenio–. Estaremos atentos a su nuevo documental sobre la obra que beneficiará a millones de mexicanos, el Presidente prometió que la gasolina bajaría de veinte a diez pesos por litro, estamos a un paso de hacer nuevamente noticia a nivel nacional e internacional, ya que la última se construyó fue hace cuarenta años en tierras mexicanas, sin contar la que compró nuestro mandatario en Estados Unidos que se llama Deer Park ¡¡¡Viva México!!!