Flor de lluvia
Sergio Lugo
El pasado 16 de abril falleció doña Rosario Ibarra de Piedra a los 95 años, quien hasta el último día buscó a su hijo Jesús, desaparecido en 1975 por la guerra sucia del PRI.
Su hijo Jesús, pertenecía a la Liga Comunista 23 de Septiembre, que era de alguna manera un grupo armado urbano, que combatía a la burguesía. Él desapareció por órdenes del gobierno de Luis Echeverría.
Rosario habrá increpado a Echeverría más de treinta ocasiones, para preguntarle sobre el paradero de su hijo.
Pronto ella formó el Comité Pro Defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos, y Exiliados Políticos, mejor conocido como ¡Eureka! Donde se hizo famosa la frase “¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!”.
En un artículo hace aproximadamente un mes mencioné a Rosario cuando hizo una huelga de hambre, junto con otras madres de desaparecidos de todo el país, en agosto de 1978, en una esquina de la catedral metropolitana, del entonces Distrito Federal, ubicada en el Zócalo. Esa ocasión la iglesia no les permitió a las madres hacer su manifestación adentro del templo, probablemente porque eran de derecha.
Entonces el presidente era José López Portillo, y estaba a punto de dar su informe presidencial, el 1º de septiembre. Las entrevistó Elena Poniatowska, eso le sirvió para incluirla en su libro Fuerte es el silencio.
Ella mencionaba la lluvia de agosto, como algo especial, allá en esa huelga afuera de catedral, y me caló, que cuando viví en el plantón de AMLO en el Zócalo en 2006, mi campamento, el de Guerrero, estaba casi enfrente de catedral, también volvió a llover, y me parecieron las lágrimas de esas madres, porque efectivamente, la lluvia de agosto es especial.
Esa huelga de madres, logró que en el informe del presidente José López Portillo se liberaran presos políticos, y se les diera amnistía.
En 1982, Rosario fue candidata a la presidencia de la República por el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), de tendencia trotskysta, fue la primera vez que se postuló a una mujer en México, para ocupar la primera magistratura.
El PRT siempre fue de izquierda, y en Guerrero mantuvo su registro hasta por allá de finales de los 90, su gente muy combativa y consecuente. En 1982, el PRT no fue parte de la fusión del PCM y otros partidos, en lo que se convertiría el Partido Socialista Unificado de México (PSUM).
En 1988, el PRT volvió a postular a Rosario Ibarra para la presidencia, esta vez, compitiendo contra Carlos Salinas del PRI y Cuauhtémoc Cárdenas del FDN, cabe mencionar que el PSUM se transformó en Partido Mexicano Socialista (PMS), donde Heberto Castillo que venía del PMT, declinó su candidatura por Cárdenas. Y contra Manuel Clouthier del PAN.
Cuando Salinas y el PRI hicieron fraude, doña Rosario fue la que dio un comunicado junto con Cárdenas y Clouthier para denunciar “la caída del sistema”.
En noviembre de 2006 ella le puso la banda presidencial a López Obrador, como “presidente legítimo”, en el Zócalo capitalino, ahí estuve presente. Y a unas cuadras de ahí, ella fundaría un museo dedicado a preservar la memoria de los desaparecidos.
Fue senadora plurinominal en ese año por el PRD, pero a petición del PT se cambió a ese partido para conformar un grupo parlamentario. Recuerdo verla corriendo en los pasillos de Xicoténcatl, con sus botas, aprisa, para ir a apoyar a los de la APPO de Oaxaca, no importaba que tuviera más de 80 años.
AMLO en la elección presidencial de 2018, votó simbólicamente por Rosario.
En 2019 AMLO propuso que la medalla Belisario Domínguez, que otorga el Senado, se la dieran a Rosario, todos aceptaron, ella no fue, pero le mandó un mensaje contundente al Presidente: “Dejo en tus manos la custodia de tan preciado reconocimiento y te pido que me la devuelvas junto con la verdad”.
Rosario, todos tus hijos seguimos en la lucha. Eres una madre con la sonrisa de una flor, que en cada lluvia de agosto veremos retoñar.