Armas cubiertas de gloria
Sergio Lugo
El 5 de mayo de 1862, el Ejército Mexicano, comandado por el general Ignacio Zaragoza, derrotó a sus enemigos franceses, en Puebla. Los galos eran los más poderosos del mundo.
El presidente de México era Benito Juárez, recién había terminado la Guerra de los Tres Años, entre los liberales que él comandaba, contra los conservadores, que tenían como su ideólogo a Lucas Alamán, que añoraba una monarquía europea.
La Constitución de 1857 había sido un parteaguas para el sistema de República como forma de gobierno en nuestro país; por el otro lado, los reaccionarios, encabezados por dueños de las haciendas y el clero católico, estaban enfurecidos con los liberales que habían promulgado muchas libertades para el pueblo.
En 1860 los liberales, al frente del general Jesús González Ortega (gobernador de Zacatecas), derrotaron a los conservadores de Miguel Miramón. El liberal pondría fin a la Guerra de Reforma, con su triunfo en Calpulalpan. Por ahí andaba Zaragoza.
Después de dicha guerra, el gobierno de Juárez estaba desgastado, al igual que la economía, por lo que tuvo que declarar el cese del pago de la deuda externa, a lo que los gobiernos de Francia, España e Inglaterra reaccionaron negativamente. El ministro de Relaciones Exteriores de México, general Manuel Doblado, hizo un gran esfuerzo para evitar la intervención. Los republicanos de EUA (en guerra contra los esclavistas) apoyaban a México.
En el libro La batalla de Puebla, de la Secretaría de la Defensa Nacional (México, 2011), se explica el contexto de la batalla del 5 de mayo de 1862. Los gobiernos español e inglés aceptaron retirarse, en cambio, el francés se quedó en México, traicionó su palabra y decidió invadirnos desde 1861. Su gobernante era el emperador Napoleón III, quien soñaba por expandir su imperio por Europa y América. A cargo del ejército francés en nuestro país, se encontraba el general Carlos Fernando Latrille, conde de Lorencez; muy pedante. Se graduó en la Escuela Militar de Saint Cyr, y llegó a estar al frente de unos 6 mil franceses en México.
El ejército francés era el más poderoso del mundo, se habían hecho famosos por la Guerra de Crimea (1854 -56); el apoderamiento de Conchinchina (1859); así como la campaña en Italia, ese mismo año.
Juárez nombró a Ignacio Zaragoza (nacido en Texas), como general en jefe del Cuerpo del Ejército de Oriente. Fue ministro de Guerra y Marina. Decidió resistir en Puebla, las batallas se dieron en los fuertes de Loreto y Guadalupe. Moriría después, a los 33 años por tifo.
Zaragoza no contaba con el suficiente ejército, ni armas, así que pidieron el apoyo de todos los mexicanos como voluntarios, para conformar la Guardia Nacional. Puso en práctica su conocimiento militar en la batalla, el libro lo explica detalladamente. Arengó: “Soldados… hoy vais a pelear por la Patria… nuestros enemigos son los primeros soldados del mundo, pero vosotros sois los primeros hijos de México…leo en vuestra mente la victoria. Viva la Independencia nacional”.
En cambio, la arrogancia del conde de Lorencez, lo hizo confiarse y finalmente ser derrotado por los soldados mexicanos, campesinos e indígenas zacapoaxtlas. Porfirio Díaz fue importante en la victoria.
Es muy ilustrativa la película 5 de Mayo, la batalla, del director Rafa Lara, México, 2013, con Kuno Becker.
Los conservadores apoyaron a los franceses, y recibieron con honores después al emperador austríaco Maximiliano, quien en 1867 sería fusilado por los liberales de Juárez. Y así concluir la 3T. Hoy los conservadores son esos diputados traidores a la Patria, que le entregaron la soberanía a las empresas extranjeras como Iberdrola, y que hace más de un año se quejaron con el rey de España sobre el gobierno progresista de AMLO.
“Las armas del supremo gobierno se han cubierto de gloria: el enemigo ha hechos esfuerzos supremos por apoderarse del cerro de Guadalupe… fue rechazado”.
Carta de Zaragoza al ministro de Guerra. 5 de mayo de 1862.