Isidro Bautista Soriano

Las alcaldesas de Acapulco y Chilpancingo, Abelina López Rodríguez y Norma Otilia Hernández Martínez, deben tener más cuidado en su actuación asumida ante la sociedad por si desean mantener su carrera política en forma ascendente.

Pareciera que muchas veces se dejan llevar más por las emociones y no por la cabeza fría.

Tienen que pensar las cosas dos veces antes de hacerlas, y mejor, si las ponen a consideración de consejeros o asesores, pero que éstos no sean a modo.

Ha habido casos en todos los sexenios o trienios de gobierno en que el gobernador o presidente municipal en turno busca y se deja rodear sólo por aquellos que no los contradicen o que a todo les respondan con un sí.

Ha ocurrido como aquel cuento de hadas en que sale la pregunta de “espejito, espejito: ¿quién es la más bella del reino?”, y el espejito responde:“ tú, mi reina”. Y la reina entonces se cree ser la más bella del reino.

Las dos presidentas municipales se hicieron virales en las redes sociales –como nadie lo había hecho antes de sus antecesores en el cargo– porque ninguno de sus colaboradores les pidió pensar antes de hablar, o bien porque ellas no quisieron escucharlos.

Una habló de que “la calor” provoca violencia, y la otra de que la seguridad no depende de las instituciones. Norma Otilia en todos sus discursos o intervenciones públicas, incluidas las entrevistas de medios, varias veces corta la oración para iniciar otra, y así sucesivamente, y con rapidez, mas no fluidez; no tiene, pues, articulación en sus palabras.

¿Qué le arrojaría una encuesta acerca del festejo que hizo con motivo del Día del Estudiante en el Zócalo de Chilpancingo, casi al mismo tiempo en que se suscitaron una serie de balaceras en la periferia de la ciudad con tres o cuatro vehículos incendiados? Dice el refrán: no hagas cosas buenas que parezcan malas.

Abelina pudo haber sido otra vez viralizada por el Tianguis Turístico, cuando apareció al lado del secretario de Turismo, Miguel Torruco Marqués, o de alguna otra figura pública con eso de que a lo mejor pudo ponerse violenta por la alta temperatura ambiental del momento. La gente es tan ocurrente en las redes sociales, que uno dice: cuidado, porque el que no cae, resbala.

Cuidado también con el video del entonces director de Ecología del ayuntamiento que encabeza, que está guardado en el archivo, y así más cosas, y las que faltan.

No en todos los actos públicos necesariamente tienen que responder a las preguntas de los medios.

Hoy se debe tener más cuidado en lo que se dice y se hace, hasta en lo secreto, porque al final todo se sabe. Y ya no hay guerrerense que fácilmente calle. Se ha visto que en otros estados del país al mismísimo Presidente de México lo increpan sin fijarse en el lugar.

Acaba de caer del cargo el director de Capama, Arturo Latabán, por la presión ejercida de los trabajadores de la paraestatal, y así hay otros casos similares en Chilpancingo, Iguala y Ometepec, como los de la nueva rectora de la Universidad Tecnológica de la región Norte o del Instituto del mismo ramo en Costa Chica por ser considerados como incapaces de desempeñar el cargo.

Los policías auxiliares salieron del cuartel a bloquear calles en Acapulco sin detenerse por pensar en posible despido, y si esto no se para, al rato podrían llegar con la demanda de destitución de su director general, por muy competente que sea en lo profesional pero no en el tacto para relacionarse.

Abelina y Norma Otilia, dicho con todo respeto, deben dar cada paso como si el piso fuera terreno minado, que hasta por abrir la boca innecesariamente puede estallar.

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