Amber y Johnny, el círculo de la violencia
Mayra Martínez Pineda*
No fue sólo un caso que reveló la violencia a la que están expuestas muchas parejas, por la idealización de las relaciones que se han fomentado de generación en generación, llenas de especulaciones de lo que esperan sobre las relaciones de pareja y el matrimonio en particular; romantizadas y lejos de lo que deben ser relaciones sanas, sin adicciones afectivas ni de otra índole, como sugieren los especialistas en materia de salud emocional. Cada persona es un constructor de lo que ha tenido como formación desde la infancia; la frustración, el machismo, la violencia, la intolerancia, y un sinfín de situaciones llevan a dos personas a ser un reflejo constante de todo ello, y en casos como éste a no lograr sanar y dirimir sus problemas en un juzgado.
Más allá de que sean personajes conocidos, esto es una gran lección para quienes nos dedicamos en especial al estudio y prevención de la violencia por razones de género. Es un caso singular.
De entrada y por formación empaticé con Amber, sin embargo, ella también, en términos objetivos, replicó acciones de violencia que en ningún momento son justificables.
Los juicios en Estados Unidos son muy distintos a como podemos conocerlos en México, no hay siquiera una proximidad con los juicios orales actuales, que en ningún momento atienden así estas situaciones, por ello, esta parte del escrutinio público puede tener dos vertientes, la revictimización que se propicia cada vez que las partes tienen que relatar frente a un jurado, y en este caso difundido en diversos medios en todo el mundo y la oportunidad de ser escuchada cada parte sobre su versión de los hechos sin dilaciones.
La formulación de preguntas giró en torno a descubrir quién estaba difamando a quién. Con una suma millonaría en dólares de por medio.
La resolución indica que fue Amber quién difamó a Johnny y, por su parte, un abogado de él, la difamó a ella.
Las leyes a diferencia de las matemáticas, no son exactas. Son interpretativas. Y qué difícil es emitir un juicio sin sesgos, sin emociones, sin filias ni fobias, tratando de ser lo más ecuánimes posibles.
Difiero de quiénes ven en la figura de Johnny Depp una víctima de abuso, de violencia de género, porque fueron muy claros los audios de amenazas de muerte de él hacia ella, ella también tuvo acciones muy violentas, ofensivas, de maltrato, es un caso a analizar, porque la violencia cuando es una constante entre dos personas tiene otras connotaciones.
Lo relatado ante el jurado, dejaron entrever episodios constantes de lo que los especialistas llaman el círculo de la violencia.
El círculo de la violencia es una serie de circunstancias identificadas por primera vez por la psicóloga Lenore E. Walker, ella lo describió como una cuestión cíclica de la violencia, generalmente cometida hacia las mujeres; hay una fase de tensión, otra aguda o de crisis y una de calma o luna de miel, y así se repite hasta volverse intolerable o en la fase crítica cometerse un acto mayor
Amber y Johnny relataron cada acción y cada fase. Sin embargo, el fondo del asunto era la demanda por difamación, descubrir quién fue víctima de ello y así se resolvió.
Hay un número mucho mayor de víctimas de violencia doméstica o intrafamiliar, es un mal silencioso que culturalmente se ha naturalizado, es un tema privado, se decía, y no lo es, es un tema de salud pública y de prevención de todo tipo de violencias, para lo que no hay políticas públicas. Se callan, se dirimen en juzgados o se matan. Y esa es la cruda realidad.
*Maestra en prevención de violencia de género por la Universidad de Salamanca, España.