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Articulos El Guerrero 4 julio, 2022 (Comentarios desactivados) (137)

Yrma Lydya. Perfil de un feminicida

Mayra Martínez Pineda

Me sorprende cómo mucha gente ya perdió la capacidad de ser empática ante el dolor. Hace poco me contó una amiga española por teléfono, que hubo un homicidio en su comuna y la gente paró todo. Consternada, yo con pesar, tuve que decirle que acá nadie se inmuta ya, que es más el morbo que el dolor de saber que a alguien le quitaron “el bien supremo a tutelar”, la vida.

Y así es. En las búsquedas de Google no hay mayor resultado sobre el nombre de Yrma Lydya, sólo los que se relacionan con la búsqueda de la edad de ella, y el morbo sobre la escena del feminicidio.

Nadie desea más que hacer un poco más de escarnio sobre la situación. He llegado a leer comentarios que le adjudican merecerse el castigo, perder la vida, porque según ellos y ellas, Yrma abusó de la buena fe de un adulto mayor a quien “usó” para llegar a la fama.

Los especialistas que han estudiado los perfiles feminicidas dicen que no hay un abc, pero la edad no es detonante, sino ese constructor de machismo que le dicta a los hombres que las mujeres son de su propiedad, que no son personas, que son, de alguna forma, lo que ellos decidan.

¿Cómo un hombre de avanzada edad puede, mediante la figura del poder, enamorar a una mujer o persuadir incluso a la familia, para tenerla como esposa? Tendríamos que investigar cada antecedente, de tantas relaciones que se dan en un mundo plagado de intereses y pocos valores.

El feminicida no tiene un patrón específico de conducta, cada caso es diferente, pero hay un lugar común, son celosos, agresivos e inseguros. Y hay muchas alertas antes de que suceda lo más grave.

Una ciudad que no se espera un ataque directo por un hombre en un restaurante, una mujer que estaba buscando el divorcio y seguramente la ayuda de muchas más personas para salir fuera del círculo de un agresor.

En diciembre del 2021, la cantante inició una carpeta de investigación en la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México en contra del abogado por agredirla. En ese entonces, la joven relató que la amenazó con una pistola en la cabeza.

Éste es un antecedente que diversos medios han hecho valer como evidencia del maltrato al que ella estaba sujeta. Cuando una mujer acude al Estado por justicia y protección, es deber del mismo protegerla.

No se hizo, y es fallido el intento de programas y políticas públicas que no dan seguimiento a una víctima de violencia de género; en mi experiencia, una denuncia así siempre se debe atender y no perder de vista a las víctimas, aún cuando ellas mismas ya no quieran continuar con las terapias y las asesorías legales y tampoco perder de vista al victimario. Pero hay una tendencia a la poca corresponsabilidad de las instancias.

Hay leyes cada vez más certeras, pero sin estructura ni personal calificado para hacerlas cumplir con mejores resultados, que el de una mujer que en su momento avisó al estado que la iban a matar, y la mataron.

Cuando existan responsabilidades vinculantes a las instituciones, encontraremos menos impunidad.

Ya la gente ni siquiera se asombra, da igual dónde y quién sea la víctima de feminicidio. Sólo hay morbo, no hay dolor. Ese sólo queda para quien en vida conoció a Yrma Lydya, esa voz que cantaba de manera especial, que un día la levantó temerosa por su vida y nadie en realidad la escuchó, y la bala de un hombre que no merece ni nombrarle, la calló para siempre.

* Maestra en prevención de violencia de género por la Universidad de Salamanca, España