Violencia intrafamiliar
Eduardo López Betancourt
Es un tema alarmante que exige adecuada atención de parte de la autoridad. Además del ilícito en sí mismo, las consecuencias negativas que trae consigo son múltiples. Si un menor de edad nace y crece en un hogar donde prevalecen los atropellos, desconocerá por completo los cuidados, el respeto y el amor; en consecuencia, tendrá en lo futuro un estereotipo de violencia; por consiguiente, hay que tratar de evitar a todo trance que la situación de violencia intrafamiliar se presente en los hogares.
En el seno familiar, el niño o la niña son los principales receptores de las influencias; un niño que vive en un ambiente de violencia, lo normal será que igualmente la exteriorice en sus relaciones familiares y amistosas, porque vive en un ambiente donde la agresión constante es la forma de vida. La educación tiene un papel fundamental para evitar esas conductas perniciosas.
La sociedad colaboró por mucho tiempo a silenciar y ocultar los problemas de la violencia familiar, porque era algo que causaba vergüenza; empero, ahora ya se tiene mayor valor para manifestar con toda claridad cómo se presentan los atropellos intrafamiliares.
De manera reprochable, cuando una mujer denuncia hechos de violencia intrafamiliar, muchas veces no tiene el apoyo de la sociedad, y mucho menos de las autoridades encargadas de la persecución del delito. Consideramos muy importante, que la víctima de la agresión tenga todo el respaldo de un sistema, sobre todo para evitar que el problema se haga cada día más grave.
Sin lugar a dudas, en el tema de la violencia intrafamiliar ha crecido el ejercicio de la denuncia, cada día aumentan las víctimas que delatan la gravedad y la frecuencia con que se presentan este tipo de problemas en su hogar; los mismos niños no ven con afecto al padre que los golpea tanto a ellos como a su madre; cada día deberá reducirse más un aspecto tan lamentable, como es el maltrato a los niños y a las mujeres, principalmente, aunque no desconocemos que también en ocasiones las víctimas son los hombres.
Es significativo establecer de manera exacta, en qué consiste la violencia intrafamiliar; puede tener numerosos aspectos, pero son fundamentalmente los siguientes: agresiones físicas, empujones, patadas, golpes, bofetadas, jalones de cabello, pellizcos, etc.; ataques verbales, acusaciones, amenazas, injurias; violencia psicoemocional; daño intencional a las pertenencias; limitación extrema de libertad, respecto a la salida y entrada a la casa; acoso, hostigamiento, martirio, espionaje; desprecios o humillaciones en público; obligar a realizar actos sexuales, o actos sexuales ajenos a una relación normal; limitaciones económicas extremas; carencia de muestras de cariño, de apoyo; inhibir y aislar.
Obviamente, todos estos aspectos producen efectos de depresión, angustia, aislamiento, baja autoestima, enfermedades psicosomáticas, lesiones físicas, trastornos emocionales, nerviosismo, alteraciones en el sueño y la alimentación, además de que pueden ocasionar hasta la propia muerte.
Es imprescindible trabajar infatigablemente, para favorecer el sistema educativo, porque ahí se encuentra la mejor solución preventiva, en la educación; las escuelas deben tener gran actividad, para evitar que se siga dando la violencia intrafamiliar, como ocurre al presente; hay que evitarla, lograr un mayor respeto dentro del hogar.
En ello estriba en mucho la educación; además un renglón que no debemos descartar, el castigo ejemplar a los maridos golpeadores, a los abusadores; hay que imponerles sanciones ejemplares. Para bien de nuestro país, debemos evitar tantos aspectos negativos motivados por los atropellos familiares; reitero: aplicar sanciones ejemplares a los golpeadores; así comenzarán a disminuir las agresiones brutales contra la mujer y contra los infantes.
Se requiere un trabajo intenso, con el objetivo de mejorar el ambiente social. La democracia no solamente implica la libre elección de un gobierno, sino que éste responda a la sociedad, creando leyes más justas y adecuadas, para mantener el equilibrio en la sociedad, y un ambiente más grato.