Pintar los morrales es una tradición destinada a morir, lamenta artesano
Francisco Díaz
Juventino Rosas Rivera, conocido también “como el que pinta aztecas”, es originario de la comunidad de Cuatepec Costales, perteneciente al municipio de Teloloapan, y con tan sólo haber terminado el cuarto grado de primaria, se dedicó a pintar morrales y artesanías propias de la localidad, ya anteriormente, según narra el propio artista, la artesanía era la elaboración de los costales de ixtle, pero al fenecer los principales artesanos de este arte, eso se acabó y solo queda la pintura en morrales; su principal temor es que esa tradición también muera al terminar la generación, pues en su descendencia nadie se inclinó a seguir con la tradición de pintar morrales, objeto que les da identidad a los vecinos de la región.
Cuatepec se ubica en las faldas del cerro Cuatepetl, a 40 minutos de Iguala; sus habitantes, aparte de que son los que le dan trabajo de pintar los morrales a don Juventino Rosas, también se dedican a la agricultura, además es un pueblo productor de la llamada ciruela cuernavaqueña en esta temporada. Cuatepec es un pueblo meramente indígena, quienes tenían en su riqueza cultural una serie de danzas, las cuales ya no se realizan, y eso le das mucha tristeza a don Juventino Rosas.
Don Juventino amablemente nos recibió en su domicilio, en el que muestra su arte en las paredes de la pequeña sala, muestra sus morrales, sus cuadros y algunos manteles que la gente le manda hacer, posteriormente, con mucho respeto nos ofrece una silla para iniciar la entrevista.
–¿Cómo inicia el arte de pintar morrales? y ¿cuál es su principal mercado?
–Inicié desde muy pequeño, apenas terminé el cuarto grado de primaria y antes la gente venía de toda la región, incluso de Tierra Caliente, me pedían por gruesa los morrales, y mi temor es que esta tradición se termine, el morral es con el cual nos identificamos en mi pueblo. Yo tengo dos hijas, pero no siguieron esta tradición.
–¿Qué tiempo tiene que salió de Cuatepec de los costales?
–Afortunadamente la gente me busca para que les haga trabajos, a pesar de que tiene 38 años desde que salí de Cuatepec, la gente me estima y ahora quiero ir a mi pueblo a convivir con mi gente, porque lo bueno es que mi pueblo ya está todo unido, antes no era así, eso me da mucho gusto, que mi pueblo este unido,.
¿Sus padres fueron de Cuatepec?
–Mi papá era del pueblo de Chilacachapa y mi mamá de Cuatepec, por eso dentro de mis planes está regresar con la gente de Cuatepec y Chilacachapa porque son mis dos pueblos y, como te digo, me duele que esta tradición se termine, me duele en mi corazón.