Violencia feminicida
Mayra Martínez Pineda
En México los días 1º y 2 de noviembre los dedicamos a la memoria de las personas fallecidas. En este contexto, conmino a la reflexión sobre la violencia feminicida que ha cobrado la vida de miles de mujeres. Comprendamos entonces que la violencia feminicida son crímenes de odio contra el género femenino.
La Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México considera que la violencia feminicida en México obedece a un contexto de cultura machista y misógina arraigada, pero también a una serie de factores sociales, económicos y políticos.
Por ejemplo, discriminación por género, impunidad, condición social, edad, etnia y criminalidad, entre otros. Pero la violencia feminicida –como atinadamente señala Rita Segato (2006)– incluye crímenes que pueden ser personalizados, es decir, interpretados a partir de relaciones interpersonales o de móviles de tipo personal por parte del perpetrador, de aquellos que no pueden serlo.
La Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia define la violencia feminicida como “la forma extrema de violencia de género contra las mujeres producto de la violación de sus derechos humanos, en los ámbitos público y privado, conformada por el conjunto de conductas que conllevan misoginia, impunidad, tolerancia social y del Estado, y que pueden culminar con el homicidio y otras formas de muerte violenta de las mujeres”.
¿Qué es un feminicidio?
La muerte violenta de las mujeres por razones de género, tipificada en nuestro sistema penal como feminicidio, es la forma más extrema de violencia contra la mujer.
El concepto lo desarrolló la escritora estadounidense Carol Orlock en 1974 y se utilizó por primera vez, públicamente, en 1976 por la feminista sudafricana Diana Russell. Y lo definió como “el asesinato de mujeres realizado por hombres motivado por odio, desprecio, placer o un sentido de propiedad de la mujer”.
En la época de los noventa del siglo XX, específicamente en Ciudad Juárez, se encontraba en un contexto de violencia creciente dirigida hacia la mujer; por lo cual la antropóloga Marcela Lagarde decidió traducir el término feminicide a feminicidio para darle nombre a todas esas mujeres asesinadas.
México fue el primer país en proponer la tipificación del feminicidio, y un dato relevante es que el primer estado en tipificarlo fue Guerrero, en diciembre de 2010. Actualmente el feminicidio ha sido tipificado en todas las entidades federativas y fue tipificado en el Código Penal Federal en abril de 2012.
El Código Penal Federal sanciona con penas de entre 40 y 60 años de prisión el feminicidio.
Ante la laguna de información, fue creado el mapa de feminicidios en México, el archivo interactivo creado en Google Maps por la geofísica María Salguero. Se trata de uno de los esfuerzos más notables por monitorear y exponer la impunidad que impera en esta ola de delitos contra las mujeres. Decidió utilizar únicamente datos proporcionados por la prensa porque es la única fuente abierta sobre los feminicidios en el país. La información detallada que ofrece la “nota roja” le ha permitido crear diferentes categorías como el rango de edad de las víctimas, su relación con el feminicida y el modo en que fueron asesinadas.
Las colectivas feministas han denunciado que en promedio, 10 mujeres son asesinadas al día.
De acuerdo con estadísticas oficiales, durante 2020 se registraron 969 feminicidios en México, es decir, 2.6 diarios en promedio. En 2021 se contabilizaron 1,006 víctimas de feminicidio, lo que representa que 3 mujeres murieron diario por violencia de género.
El horror de los feminicidios se asemeja a los crímenes más crueles en la historia de la humanidad.
“La humanidad es la especie más estúpida: es la única donde los machos matan a sus hembras”, dijo Françoise Heritier, la etnóloga francesa que probó que la violencia de género no responde a ninguna ferocidad natural, sino a un exceso de cultura patriarcal.