Gobernabilidad y gobernabilidad en Guerrero
Isidro Bautista Soriano
La gobernabilidad de la que habló el secretario general de Gobierno, Ludwig Marcial Reynoso Núñez, en su comparecencia ante el Congreso local, por el primer año de gestión de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, es efectivamente lo que más debe privilegiarse.
Podrá haber no las mil 819 movilizaciones de protesta citadas ante los legisladores de octubre de 2021 a 2022 sino 3 mil o 5 mil, pero no perder el control del gobierno.
La violencia está hasta el cuello en todo México, en unos estados más y en otros menos, como consecuencia de una corrupción desmedida en lustros, pero la sociedad no debe perder la esperanza de la gobernabilidad, y menos con la 4T, a la que ha hecho ganar en las urnas por significar honestidad.
Y ahí están los números: en la encuesta publicada este martes 22 por El Financiero, Morena está arriba como partido y como alianza, como lo ha estado a lo largo de todo el sexenio del presidente López Obrador.
¿Por qué? Sencillamente porque el pueblo ve, sí, violencia que brota allá y acá, movilizaciones de protesta, desempleo o alza de precios, pero mira que su presidente tiene la sartén por el mango, con todo y lo que se diga en sentido opuesto.
Por eso, y específicamente en Guerrero, que ha sido semillero de movimientos armados o subversivos, de comunidades indígenas que alzan la voz y toman calles, o de un magisterio que grita a los cuatro puntos cardinales, etcétera, etcétera; de tal forma que no de en balde le han llamado el Guerrero bronco, la gobernabilidad siga cuidándose sobre todas las cosas.
Decía Reynoso Núñez ante el pleno del Congreso que el de Evelyn Salgado ha sido un gobierno de escudos, no de toletes o de garrote, e incluso que no persigue a nadie por su forma de pensar, como llegó a ocurrir en la década de los 60s y 70s en México y particularmente en Guerrero.
Héctor Astudillo, también con déficit financiero heredado, movilizaciones de protesta, delincuencia y fallas que hayan tenido colaboradores, como en todo equipo de futbol, logró cruzar el río, por anteponer la gobernabilidad. Aguirre Rivero no pudo por el problema de Ayotzinapa.
El titular del Ejecutivo, al igual que presidente o presidenta de ayuntamiento, no debe perder ningún hilo de su gabinete para cumplir el clamor social de verlos como el único timón de barco.
Es bueno ver a una Fiscalía en búsqueda de Octavio “N”, Angélica “N”, Antonio “N” y Diego “N”, en la aprehensión de Irving “N” y Bernardo “N por extorsión agravada, frustrar un secuestro virtual en Chilpancingo, o atender a los colectivos de desaparecidos Lupita Rodríguez Narciso y Memoria, Verdad y Justicia, y cada mes a la Delegación AMOTAC Guerrero, así como en pláticas con la preparatoria 30 de Cuajinicuilapa, sólo por mencionar el desempeño hecho este mes.
Y lo mismo en el caso de San Miguel Totolapan: hizo detenciones de hombres armados y el aseguramiento de droga, armas de fuego y vehículos, sin poner en riesgo la integridad de la población.
El sujeto al que se le atribuye, con un video circulado ayer en las redes sociales, el incendio de una tortillería de Zihuatanejo, también fue atrapado, no obstante de que llegó a pensarse que no ocurriría por ser señalado como parte del crimen organizado.
Y es que la violencia y las manifestaciones de protesta son hoy pan de cada día, y lo serán también para mañana, pero siempre visible la cabeza obligada a mantener la gobernabilidad.