Su clientela se redujo tras construcción de libramiento en El Papayo

Rodolfo Valadez

Debido a que se redujo sustancialmente el número de clientes en su taquería, porque un libramiento aisló a la comunidad de El Papayo, en el municipio de Coyuca de Benítez, José Guadalupe Pastrana Zavaleta, se vio de pronto sin dinero y con la necesidad de sacar adelante a su familia.

Aunque no estudió y lo que sabe es de forma lírica, el hombre decidió dedicarse a tocar su saxofón por las calles a cambio del favor de la ciudadanía que le obsequiaba monedas o billetes después de interpretar una canción.

José Guadalupe Pastrana es originario del municipio de Tepecoacuilco de Trujano, y desde hace varios años radica en la localidad El Papayo, donde, según contó, decidió instalar una taquería a un costado de la carretera federal Acapulco-Zihuatanejo que pasa por el pueblo.

Sin embargo, cuando el gobierno federal decidió construir un libramiento para evitar el paso de vehículos por El Papayo, eso significó un duro golpe para la economía del hoy saxofonista, pues disminuyó drásticamente la llegada de clientes a su pequeño establecimiento, que hasta antes de la modificación carretera registraba muy buena afluencia de compradores diariamente, sin que ninguna autoridad, reprochó, le ofreciera apoyos económicos para seguir adelante.

Al verse en desventaja, optó por tomar su saxofón, el que tocaba ocasionalmente, y salir a las calles de los pueblos para interpretar canciones a cambio de la cooperación de la gente, lo que significó para él, según dijo, una buena alternativa para ganar el dinero que le ayudara a sostener a su familia.

Contó que el gusto por el saxofón y la música lo heredó de su padre, Habacuc Pastrana Ayala, músico reconocido en Tepecoacuilco, de quien aprendió las primeras notas de varios instrumentos musicales, siendo el saxofón el de su predilección, por lo que se inclinó por el para recorrer, desde hace cuatro meses, varios municipios de Guerrero, entre ellos Coyuca de Benítez, Atoyac, Benito Juárez, Chilpancingo, Acapulco y Zihuatanejo, donde ha encontrado buena respuesta de la población.

Entrevistado mientras tocaba a unos clientes en una taquería de las calles del centro de la cabecera municipal de Tecpan, el otrora taquero manifestó que está convencido de que a través de actividades culturales, en este caso de la música, se pueden tener ganancias económicas sin necesidad de recurrir a otras prácticas ilícitas, “porque en estos tiempos la gente gusta de la música y ésta puede ser de gran ayuda ante la falta de fuentes de trabajo en la región”, asentó.