Sergio Lugo

En noviembre, la derecha realizó una marcha para defender los privilegios económicos del INE. Los herederos de la aristocracia se dejaron lucir en la CDMX.

Una señora que participó resumió, en una declaración, el sentir de los llamados “mexicanos blancos”, llamó al presidente López Obrador como “indio de Macuspana” y “pata rajada”.

Ni Córdova, Woldenberg, ni políticos que marcharon como Elba Esther Gordillo, ni Roberto Madrazo, son los mártires de la libertad. Décadas atrás hubo mujeres y hombres que dieron su vida para que hoy gocemos más democracia.

En 1967 surgió la guerrilla de Lucio Cabañas en Atoyac, Guerrero (su café es delicioso). Nació el 15 de diciembre de 1938, y fue asesinado el 2 de ese mes, pero de 1974. Cansados de la demagogia del gobierno del PRI decidieron tomar las armas, después de que el caciquismo intentó asesinar al profesor Cabañas.

Así formó el Partido de los Pobres (PDLP), el cual durante siete años combatió al Ejército enviado por Díaz Ordaz y luego por Echeverría, quien era compadre de Rubén Figueroa (secuestrado por Cabañas), del PRI.

El secretario de la Defensa Nacional con Díaz Ordaz fue Marcelino García Barragán, abuelo de Omar García Harfuch, hoy secretario de Seguridad Pública en el Gobierno de la CDMX (antes trabajó en la Policía Federal de Calderón y Peña Nieto).

Actualmente es novio de Ninfa Salinas (es su vida privada), pero ella es hija de Ricardo Salinas, dueño de TV Azteca, quien recibió dinero prestado de Raúl Salinas, para adquirir el canal.

El empresario impuso a su hija como diputada federal plurinominal del 2009 al 2012 y de ese año hasta 2018, la hizo senadora plurinominal por el Partido Verde, cuando en esa época era un partido lacayo del PRI.

El padre de García Harfuch fue presidente del PRI en 1981; y en 1976 fue el titular de la Dirección Federal de Seguridad, era la policía secreta del gobierno que torturaba y desaparecía a guerrilleros. Ahora Omar parece que quiere ser Jefe de Gobierno por Morena, pero ¿será de izquierda?

Y con Echeverría, el titular de la Sedena fue Cuenca Díaz. El jefe de la policía en Guerrero fue el general Acosta Chaparro. Todos ellos ejecutaron las órdenes de los presidentes, de mandar torturar y asesinar a campesinos, estudiantes y guerrilleros de Lucio Cabañas en Guerrero.

Recomiendo el documental Guerrero: Memoria y verdad, del Canal 6 de Julio, en donde ahonda lo que expliqué acerca de las ejecuciones sumarias a simpatizantes de dicha guerrilla y de campesinos inocentes, por parte del gobierno del PRI. Varios luchadores fueron arrojados vivos al mar de Acapulco; otros enterrados en la Sierra.

Ahí dan su testimonio Alejandra Cárdenas, David Cabañas, Antonio Hernández, del PDLP; así como Efigenio Gallegos, Moisés Ocampo, etc.

Se dedicaron a buscar a guerrilleros enterrados clandestinamente, en el documental encontraron a dos: Eliseo Flores Vásquez, de Chilapa, y Martín Nari Organes, de Atoyac. Siguen desparecidos cientos.

Recomiendo el libro Memoria roja, (Planeta), de Fritz Glockner, donde explica las diferentes guerrillas en México, de 1943 a 1968.

Nací en Guerrero, conocí a gente que estuvo en la guerrilla o a sus familiares, para mí es algo vivo, y el tiempo es cíclico; en mi tierra, se luchó contra los españoles; se unieron a Zapata; y de ahí creció la gente de Lucio Cabañas y Genaro Vázquez.

Todos los luchadores enterrados en la Sierra, y el mar de Guerrero son semillas que germinaron para darnos democracia. Y hoy seguimos sembrando.

“Vamos a desarrollar la guerra contra la clase rica. El único análisis que necesitamos es que nos están fregando y hay que organizar al pueblo para contestarles”: Lucio Cabañas.