Messi, la nueva imagen corporativa de FIFA
Ginés Sánchez
La selección Argentina llegó al mundial de Qatar con una racha impactante, aún perdiendo su primer partido contra Arabia Saudita, se recuperaron y han avanzado categóricamente hasta la finalísima.
Pero, sin duda, los penales para la albiceleste han estado para ellos muy baratos, de a peso. Tan es así, que Messi ha roto el récord de goles por la vía de la pena máxima en una justa mundialista, con cinco, pero también falló uno, contra Polonia (más que dudoso, por cierto) que no lo pudo anotar, ya que se lo detuvo el arquero polaco, así que le señalaron los nazarenos seis; de los siete partidos de Argentina, sólo en uno (contra México) no les otorgó el arbitraje un penal.
¿Por qué le conviene a la FIFA que la figura de Lionel Messi se agrande a lo máximo posible (si, aún más de lo que de por sí)? Es muy sencillo, no es por Argentina (a la FIFA le importan e interesan mucho las potencias económicas, como Estados Unidos, Rusia o Qatar), no un país con antiguas y permanentes carencias materiales, no, pero la figura de Messi sí, dado que tras la muerte de Maradona (así haya sido una figura en ocasiones incómoda) y en menor medida de Alfredo Disteffano, hacen urgente a la FIFA una imagen corporativa fresca, y es que Messi pasaría a ser la nueva marca global de la FIFA, una figura que asemeja a un personaje de “manga” y/o anime, idealizada y sin mácula alguna, que lo ha ganado ya todo.
Es por eso pues, que a la FIFA le convenía agrandar hasta lo más posible la figura del famoso Messi, sí, el mejor futbolista que hemos visto en décadas, pero que anotó en Qatar cinco goles de penalti, rompiendo el récord del portugués Eusebio en el mundial de Inglaterra en 1966, quien marcó cuatro en aquella edición mundialista británica.
Cabe también no dejar de lado el llamativo hecho de que, dado los hechos, el diseño de este mundial de Qatar 2022 parece haber obedecido a un objetivo que se cumplió a cabalidad: una gran final 100% PSG/qatarí, con estrellas protagonistas como Di María, el mismo Messi y M’bappé. Y es que con 200 mil millones de dólares de por medio (costo del mundial para el Emirato de Qatar), no absolutamente todo se puede dejar al siempre azaroso y mágico giro de un balón de fútbol. Vamos, pero independientemente de todo, ambos finalistas llegaron a esa instancia con totales merecimientos, y Lionel Messi se tardó cinco mundiales, desde Alemania 2006 sin brillar como siempre lo hizo a nivel de clubes, pero en el quinto y último lo logró, y es hoy el #10 flamante campeón del mundo.