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Articulos El Guerrero 16 marzo, 2023 (Comentarios desactivados) (168)

Las responsabilidades municipales

Mayra Martínez Pineda

El primer antecedente del municipio fue la asamblea, ahí se reunían las personas de mayores rangos o consideraciones sociales, para discutir los temas relativos a la comunidad; el doctor Ignacio Burgoa ha escrito al respecto y nos dice que la palabra municipio viene de monus que significa oficio y capere tomar; que es Roma, donde tiene su origen, denominación que recibían las legiones romanas que se incorporaron al Estado, pero que quedaban con algún margen de libertad para auto determinarse (Burgoa, Ignacio; Derecho Constitucional; Porrúa 1973).

El primer antecedente del municipio en México lo encontramos en Los elementos Constitucionales de Ignacio López Rayón de 1811, pero desde la Constitución española de Cádiz se describía ya esta forma de organización que incluso desde esas épocas se consideraban las variantes de Cabildo abierto o cerrado según se tuviera la participación de personas que la Corona consideraba allegadas o del funcionariado que integraba los cabildos.

Esta forma de organización está casi intacta de sus orígenes, la gobernabilidad y la administración pública es el principal objetivo y recae en la presidencia municipal. Ha sido una buena práctica que desde sus orígenes, la mayoría de las culturas la refleja, tal es el caso del uso de la palabra alcalde o alcaldesa en el caso de ser mujer, cuyo origen es el árabe.

Pero ¿funciona actualmente el modelo? ¿La gente se siente representada, atendida, satisfecha en las necesidades que se relacionan a servicios públicos? Aunado a estas interrogantes, tendremos que analizar cómo se genera el autofinanciamiento con el cobro de impuestos y qué tanto se armoniza el presupuesto de egresos con las realidades que enfrenta cada comunidad del municipio y no sólo la cabecera municipal.

Generalmente las legislaturas no agregan nada más, poco se ocupan del tema municipal cuando de manera continua deberían incidir en la gestión y colaboración para el avance de los pueblos. No son menores las tareas municipales, el modelo puede funcionar a medida que se cuente con los presupuestos adecuados para dar respuesta a la ciudadanía.

Algo de lo que carecen la mayoría de los municipios es de la inmediatez para la solución de demandas que se acrecientan con el importante crecimiento de la población que requiere mejorar cada día el nivel de vida con acceso a calidad en ello; ahí definitivamente estará la gestión de la presidencia municipal, pero es necesario el impulso de acciones legislativas que le den mayor oportunidad presupuestal a los municipios, porque la realidad es que a duras penas pueden con lo poco que llega, con partidas cada vez más raquíticas y problemas cada vez más grandes por resolver.

Si no hay voluntad desde la Federación y el estado, los municipios poco pueden, para quienes somos municipalistas y constitucionalistas, sabemos y valoramos al municipio como el alfa y el omega, no hay elección que se gané sin en el pueblo en los municipios, es el verdadero territorio que conforma la parte crucial para considerarse un estado como tal, y por ende el pueblo también debe saber elegir a las personas que ocuparán las alcaldías, los conocimientos en administración pública, en derecho, la experiencia en gestoría y todos los elementos más que puedan agregar, son necesarios, es triste que un modelo que nos legaron las primeras civilizaciones no prospere, ver pueblos pobres y enfermos y con poco desarrollo y nula calidad de vida, cuando lo que se busca es el verdadero bienestar común, ese que se escribió en la Constitución y que pregonan todos los partidos y hasta las religiones, pero que sólo se logrará con nuevas formas de gobernar en manos de las nuevas generaciones porque nos toca lidiar con los problemas añejos y dejarle los menos a quienes vienen.