Isidro Bautista Soriano

Como la corrupción se mantiene más asociada en México a los partidos políticos, éstos necesitan hasta donde les sea posible, abrirse a la sociedad para estar en mejores condiciones de ganar, como se alzó Morena desde un principio, y sigue al alza frente a sus adversarios.

Ha sido y es el instituto político menos, pero mucho menos, desgastado por la opinión pública en general. Es incluso visto como el único movimiento colectivo mediante el cual sí se combate la corrupción.

El PAN hoy figura seguramente como el más rechazado por el caso de Genaro García Luna por haberlo tenido como el máximo jefe policíaco en los gobiernos, primero de Fox y después de Felipe Calderón.

Le siguen ¿para qué negarlo?, PRI y PRD. Justo por estar ahora más asociado a la corrupción ¿con qué cara el PAN podría proponer a la persona que considere idónea para ser el candidato presidencial por la alianza que integraría con PRI y PRD?

Según la encuesta MCCI-Reforma-2022, publicada en octubre de 2022, a pesar de que 86 por ciento de la población cree que en México frecuentemente se cometen actos de corrupción, la lucha en su contra parece poco exitosa.

Al inicio de la administración del presidente López Obrador, 72 por ciento pensaba que estaba haciendo un buen trabajo para combatirla, pero ya en la segunda mitad de su sexenio, 56 por ciento creía que la lucha era regular o incluso mala, añadió dicho estudio.

Aquí la gobernadora Evelyn Salgado Pineda se mantiene en la misma línea de percepción aceptable que López Obrador.

La gente no quiere saber tanto de los políticos o gobernantes, más que de policías y militares, y por lo mismo, opta mejor por la persona para dar su voto en muchos casos, como fue con el creador de la 4T.

Y aunque Morena ha permanecido arriba en la preferencia, no debe confiarse, dado que en la política, según dicen los experimentados, nada es seguro, o no existe enemigo pequeño.

Por eso debe teñirse de una mejor imagen ciudadana, y más el resto de los partidos.

Ante esto, llama la atención el pronunciamiento hecho esta semana de una asociación civil que hizo ganar evidentemente al candidato a gobernador de la entonces alianza PRD, PT y Convergencia a gobernador, Angel Aguirre Rivero, en el proceso electoral 2010-2011. Es un simple ejemplo.

Y esta AC, que se llama Por un Mejor Guerrero, hizo la diferencia ante la coalición encabezada por el PRI. En la elección de gobernador anterior la diferencia fue de aproximadamente 70 mil votos. Y dicha asociación, hasta donde se recuerda, promovió arriba de los cien mil. ¿Qué partido o candidato los desprecia?

Llama a la próxima elección federal como “la madre de todas las elecciones”, frase que por otro lado podrían denominar la madre de todas las batallas de votos.

Confiesa dicha agrupación, considerada como plural, como otras en Guerrero, que “haciendo uso de nuestras garantías constitucionales, en su momento habremos de pronunciarnos por el personaje que cuente con los mejores atributos” para ser el próximo presidente del país, “al margen de colores y siglas”.

A estas alturas, difícilmente un partido puede ganar por sí solo, y por lo que toca a PRI, PAN y PRD, también de manera remota saldrían victoriosos juntos, y menos separados, pero si se dan una maquillada de sociedad o ciudadana, sus posibilidades crecerían; es decir, que sean ahora percibidos como movimientos civiles, en donde por cierto ya no aparezcan las mismas caras, sino caras frescas y mejor si fueran externas.