Hubo puestas en escena en varios puntos de la ciudad

Raymundo Ruiz

En el cuarto día de actividades de la edición 36 de las Jornadas Alarconianas se presentó Ocelotl, de Morsa-Circus Compañía de Arte Circense de Puebla, bajo la dirección del joven chilpancinguense Atzin Gorbi Equihua.

El acto fue presentado en el parque de la Veracruz, hasta donde acudió el público para conocer los malabares y la propuesta juvenil dentro del festival alarconiano.

La compañía Morsa-Circus, que es originaria de Guerrero, que sin embargo, radica en Puebla; presentó un programa de arte circense, ante un público juvenil e infantil que se divirtió en grande con esta función, a pesar de la amenaza de la lluvia.

Los integrantes realizaron el equilibrismo de manos y cabeza, y el malabarismo, que fueron los elementos para dar un espectáculo circense. Hubo momentos que recordaron los años maravillosos del circo en México con las acrobacias que hicieron estos jóvenes.

El público se divirtió y se mantuvo a la expectativa de cada uno de los actos circenses que presentó la compañía Morsa-Circus.

En este cuarto día también hubo pregoneros bufones por las calles de Taxco, anunciando la llegada de la fiesta alarconiana y en el Museo de Arte Virreinal se presentó NYX Sonoro letras y exploraciones electroacústicas, bajo la dirección de Ricardo Domínguez, del estado de Morelos.

Mientras que en el teatro Juan Ruiz de Alarcón se presentó la obra Emergencias, del grupo teatral La Gruta de Acapulco, Guerrero, dirigido por Manuel Maciel.

El lunes estuvo El desván del Cri-Cri, del grupo Contorno de Acapulco, dirigido por Hansel Montejo, así como se presentó la obra Nana, de La Gorgona Teatro, dirigida por José Uriel García Solís de Toluca, Estado de México.

Y un proyecto de teatro para primeras infancias de 6 meses a 3 años denominad Subibaja, dirigido por Ireli Vázquez Román, de Proyecto Chicozapote del estado de Morelos.

Además de que continuó el carro de comedias de la Universidad Autónoma de México (UNAM), con su trabajo Ese amor de Romeo y Julieta, que fue el lado más infantil y juvenil de la obra de Shakespeare.