El pueblo organizado / parte tres
Sergio Lugo
Después del fraude electoral de Vicente Fox y el PAN contra López Obrador en 2006, seguí apoyando al tabasqueño para denunciar que Felipe Calderón era un usurpador.
En mi natal Taxco, las mofas estaban en las calles, el sector más rancio y de abolengo, celebró el atraco a López Obrador, mucha gente estaba enajenada por la propaganda negra del PAN que decía que AMLO le iba quitar a la gente, sus casas y coches.
Cabe mencionar que el 20 de julio de 1923, fue asesinado Pancho Villa, en Hidalgo del Parral, Chihuahua. Durante mi estancia en el plantón de López Obrador, en el Zócalo del DF se sabía que Paco Taibo había publicado su libro Pancho Villa: una biografía narrativa (Planeta. 2006).
En el campamento de Guerrero, conocí a un señor de Durango, él llevaba dicho libro, y me dejó leer algunas páginas (son más de 800), me contó que harían una cabalgata para recordar al revolucionario.
En esa ocasión recuerdo que a Villa le gustaban las malteadas de fresa que compraba en Estados Unidos, odiaba el alcohol y castigaba a los borrachos. Ese libro es monumental. Recuerdo que su foto, junto a la de Zapata, y el Che, eran de las que más abundaban.
Después, en noviembre, ahí mismo en el Zócalo, junto a cientos de compañeros de Guerrero, estuve presente cuando Rosario Ibarra le puso la “banda presidencial” a López Obrador, como presidente legítimo. Justo un año después del fraude electoral, mi compañero Carlos nos convocó a mis amigos Padilla, al finado Patiño, y a mí, para hacer una protesta en el Zócalo de Taxco.
Carlos imprimió las caricaturas de los moneros de La Jornada, y las pegamos alrededor del quiosco. Los taxqueños se sorprendieron, a pesar del enojo de la prensa chayotera que se quejaban que con ese acto, íbamos a ahuyentar al turismo.
En 2008 apoyé la candidatura de Alejandro Encinas (en Taxco lo recibimos en su campaña), para la presidencia nacional del PRD, pero nos hicieron fraude e impusieron a Jesús Ortega, con el apoyo del PAN.
Ese año, el compañero Goyo, me cedió la batuta para coordinar en Taxco, el gobierno legítimo, es decir, armar la estructura, de lo que sería después Morena. Ahí conté con el respaldo de César Núñez, el fundador del partido guinda en Guerrero.
Por dos años, me dediqué a sacar credenciales de ese movimiento y a organizar viajes en autobús a mítines a Chilpancingo y DF. En una plazuela montaba mi mesa de afiliación. En ocasiones nos reunimos con AMLO en Iguala.
En 2010 me fui a trabajar con Cuauhtémoc Sandoval, entonces secretario técnico de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, que presidió Porfirio Muñoz Ledo, aquí hago un paréntesis porque murió hace poco. Lo traté en persona, me sorprendió su grado de conocimiento de la Constitución, la teoría del Estado, y de la cultura. Él un año antes presentó su libro La ruptura que viene (Grijalbo, 2008), en el Sindicato de Mineros taxqueño. Habla sobre Fox y el PAN. El prólogo es de López Obrador.
Después, lo acompañé en el DF cuando presentó su libro La vía radical para refundar la República (Grijalbo, 2010); AMLO lo comentó. Ahí, la tesis de Porfirio era que los jóvenes y la universidad podían salvar a nuestro país frente a la derecha. Él también hacía alusión a las transformaciones de México, sólo con otro nombre: 1, 2, 3, y 4 República (su modelo de gobierno).
En 2012, mi compañero Roberto Díaz movilizó el #Yosoy132 en Taxco, los jóvenes le dieron un golpe letal al PRI. Yo apoyé a AMLO en su campaña presidencial, lo recibimos en Taxco, salimos en lo que fue La Jornada Guerrero.
“Primero se usa ésta
señalándose la cabeza,
y luego éstos
tomándose los testículos”: Pancho Villa.