La feminización de la política: Mujeres gobernando al mundo
Mayra Martínez Pineda
Parecía muy lejano hace apenas un par de décadas, ver que una mujer pudiera gobernar al país con mayores contrastes sociales de LATAM, nuestro México, pero hoy por fin, esa sentencia arcaica de que “México no estaba preparado para que una mujer lo gobierne” se acabó. Desde la primera vez que escuché esa frase, me pregunté: qué clase de preparación era necesaria, por qué reforzaban ese discurso discriminatorio sin mayores argumentos.
No es fortuito que los partidos políticos de pronto, apuesten por poner mujeres al frente en las contiendas electorales, claro que es gracias a la lucha feminista que lleva ya más de un siglo tratando de equilibrar a los géneros, abriendo el tema de la inclusión e incidiendo en eliminar todas las formas de discriminación con reformas progresistas a las leyes. Pero también es esta tendencia que los países más igualitarios han puesto como modelo de avanzada, luego de experimentar corrientes ideológicas que les han llevado al fracaso, resulta que sí quieren apostarle a nuestra causa; y en ello la ciudadanía se ha vuelto crucial, al ponderar mejor la labor de las mujeres, y no dudo que algunos mercenarios y mercaderes de la política vean el modelo exitoso y decidan utilizarlo, con manipulación, y eso es justo lo que debemos evitar y estar alertas.
Tres mujeres figuraron en la escena política de la contienda electoral que de manera atípica tiene lugar como una primera etapa de selección en México: Beatriz Paredes, Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, las enuncio por orden alfabético en sus nombres y en igualdad de condiciones, las tres con experiencia en la administración pública, con trayectorias políticas brillantes y con un factor común, sin discriminación y sólo con fines de análisis lo menciono: con edades que rebasan los 60 años, lo que significa que aún cuando fueron extraordinarias mujeres desde el inicio de sus carreras políticas, los partidos a los que han pertenecido nunca antes las consideraron para ser candidatas presidenciables.
¿Por qué hasta hoy son visibles?, ¿Qué movió a las masas y a los liderazgos a promover sus postulaciones si en otras épocas ellas podían y tal vez lo hubieran logrado? La respuesta es clara, y la da la doctora Alicia Miyares, catedrática de la Universidad de Oviedo; tres son las teorías que sirven a la construcción de las sociedades democráticas, dice, y estas son: liberalismo, socialismo y feminismo. Ni la democracia liberal, ni la socialdemocracia han satisfecho las expectativas de hombres y mujeres como lo ha hecho el feminismo.
El feminismo abrió la posibilidad de sociedades mas incluyentes, justas, humanitarias y progresistas. Luego entonces, experimenta la política una feminización relevante, que coloca a las mujeres al frente, que revierte los patrones ya obsoletos de poner a figuras masculinas desgastadas y los pactos patriarcales, un modelo que ya no es rentable, se desvanece, en ese sentido, los hombres jóvenes tienen mayor aceptación, lo vemos en candidaturas como las de Ecuador, que se queda en la segunda vuelta una mujer y un joven. Canadá y Francia marcaron la pauta, El Salvador siguió la tendencia.
La ONU informa que a la fecha, sólo un 11.3% de los países están gobernados por mujeres, lo que significa que aún es una minoría, que se necesita un siglo más para alcanzar la paridad. Unas 22 mujeres después de Ángela Merkel, han tenido esa oportunidad, siendo jefas de Estado o primeras ministras; 13 en Latinoamérica (LATAM), pero sube esa tendencia, reitero, la ciudadanía pondera más a las mujeres para la gobernabilidad y la gobernanza, por ello, en éstas próximas contiendas, sobre todo en LATAM, veremos a más mujeres siendo candidatas.
Algunas de las mujeres que ya gobiernan son: Ana Brnabić, primera ministra en Serbia; la primera mujer en esta responsabilidad en ese país, pertenece a la comunidad LGTB+; Ingrida Šimonytė: fue ministra de Finanzas, y ahora gobierna Lituania; Xiomara Castro, primera mujer presidenta en Honduras; Sanna Marin en Finlandia, de las más jóvenes y con un gran desempeño durante la pandemia; Giorgia Meloni: presidenta del Consejo de Ministros, en Italia; Kaja Kallas: la primera ministra de Estonia; Katrín Jakobsdóttir, la primera ministra islandesa; Mette Frederiksen, primera ministra del pueblo danés; su gobierno lucha contra la prostitución; Najla Bouden, Túnez tiene desde 2021 una primera ministra dentro de los países árabes; Robinah Nabbanja, primera mujer en gobernar Uganda; Victoire Tomegah Dogbé: primera ministra de Togo. Mia Mottley: de Barbados; Naomi Mata’afa, presidenta de Samoa; Sheikh Hasina, primera ministra de la República de Bangladesh.
México por primera vez entrará en esta lista abonando a la igualdad en el mundo, confío en que será la mujer con mejor perfil y con menos lastres que la liguen a patriarcas; la que logre ser la primera presidenta, ese es el verdadero sueño revolucionario o transformador, ni liberal ni conservador, feminista. La democracia hoy lo es.