Muchos hogares fueron dañados por las intensas lluvias de Ingrid y Manuel

Juan Manuel Molina

Habitantes del poblado Nuevo Balsamar exigieron a las autoridades que brinden las garantías de vivienda y servicios dignos para 80 familias que viven en este asentamiento desde hace seis años, luego de abandonar sus hogares debido a los daños causados por los fenómenos meteorológicos de Ingrid y Manuel.

En septiembre de 2013, cuando se registraron estos incidentes, los pobladores abandonaron su localidad ubicada en el municipio de Leonardo Bravo y se dirigieron a Chichihualco, cabecera municipal, donde vivieron durante tres años en un auditorio.

Cuatro años más tarde, las autoridades entregaron a los damnificados 210 viviendas, las cuales formaron el Nuevo Balsamar, una colonia ubicada a unos 15 minutos de Chilpancingo, en la carretera que va hacia Chichihualco.

Los pobladores comenzaron a habitar esas viviendas aún cuando no se contaban con algunos servicios, como energía eléctrica, drenaje y agua.

En estos últimos años, debido a las demandas que han realizado los pobladores, el fraccionamiento ya cuenta con una escuela primaria y una telesecundaria, pero no están equipadas, y en el caso de la primaria, ésta se encuentra en una galera improvisada.

En ese lugar, un techo de media agua, a la intemperie 60 alumnos reciben clases con el apoyo de tres maestros.

En el caso de la telesecundaria, ésta se encuentra funcionando en una casa que un vecino prestó, pero que ya anunció que para este fin de año ya pueda hacer uso de la propiedad, lo que genera preocupación de los padres, quienes ya se movilizaron para atender ese asunto.

A las afueras del asentamiento, ya está por concluir la construcción de dos aulas, pero no tienen baños, por lo que piden a las autoridades que entreguen instalaciones dignas para los alumnos.

En estos próximos días, los pobladores de Nuevo Balsamar cumplirán 10 años de haber abandonado sus hogares, tras haber resultado damnificados.