Sergio Lugo

El 11 de septiembre de 1973, el gobierno de Estados Unidos ayudó al general fascista Augusto Pinochet a hacer el golpe de estado militar en contra del presidente constitucional, el socialista Salvador Allende, en Chile.

Los autores fueron Richard Nixon y Henry Kissinger, secretario de Estado. Ellos provocaron la muerte de Allende. De esa forma instauraron el fascismo, bajo la dictadura militar de Pinochet.

El 28 de septiembre de 1932 nació Víctor Jara, el trovador chileno de izquierda, que le cantaba al comunismo. Yo lo escuché a mis 12 años en una grabación de cuando tocó en México, su voz dulce cantándole a los obreros y a la Revolución, me marcó. Cómo olvidar, A Cochabamba me voy, Samba del Che, El aparecido, El lazo, Juan sin tierra, El arado y la inolvidable Te recuerdo Amanda, que me conmueve: “Son cinco minutos, la vida es eterna…”, una canción de amor de dos obreros, en cualquier parte.

Sus canciones yo las escuchaba y me imaginaba a un hombre menudito, que, con su guitarra, hacía la revolución, con sus cuerdas, con su fusil, en medio de la tierra de los campesinos, ese hombre entonaba para mantener vivo el canto de la memoria de América Latina.

El trovador también escribió Teatro. Al día siguiente del golpe militar lo detuvieron y por cuatro días lo torturaron, le destrozaron sus manos para que ya no tocara la guitarra; el 16 de septiembre lo asesinaron con una lluvia de balas en el Estadio Nacional. Mi corazón lloró.

En los 90, la banda argentina Los Fabulosos Cadillacs lo recordó en su canción Matador: “¿Qué suenan? Son balas, me alcanzan, me atrapan, resiste, ¡Víctor Jara no calla!”.

El 23 de septiembre de 1973 murió envenenado Pablo Neruda, por órdenes de la dictadura militar, cuando él estaba enfermo en el hospital. Neruda era comunista, con el canto de sus poemas había combatido al fascismo por todo el mundo. Sus flores arrancadas volvieron a crecer en primavera por todas partes, en México y en todo nuestro continente. Recomiendo su obra Canto general, el cual es un himno a la historia de América Latina, un beso a sus entrañas, a su cultura, a su combate, a sus obreros, y campesinos.

Toda la juventud del mundo conoce los poemas de amor de Neruda, pero él se comprometió con la Revolución, y por eso vale más, porque su canto se volvió transformación. Un hombre de contradicciones, de desaciertos, pero de grandeza porque sus flores en forma de poemas, no sólo le cantaron a la mujer, sino también a la vida, a la resistencia.

Allende, Jara y Neruda estuvieron en México, amaron mi patria. Después del golpe militar, el gobierno mexicano le brindó asilo a la gente del gobierno socialista. Luis Echeverría, un hombre de contradicciones, aquí recibió a Allende en 1972, como un hermano. Recomiendo el bello discurso del chileno en la Universidad de Guadalajara, en diciembre de ese año, donde dijo que “ser joven y no ser revolucionario, es una contradicción hasta biológica”.

El coronel mexicano Manuel Díaz Escobar dirigió a francotiradores en la matanza de Tlatelolco en 1968, y fue el creador de Los Halcones, que mataron a cientos de estudiantes el 10 de junio de 1971. Estuvo en Chile, como agregado militar, ayudando a los golpistas, todo un año después de derrocar a Allende. Ahora el policía Omar García Harfuch, nieto del general Marcelino García, de la Sedena con Díaz Ordaz, quiere gobernar la Ciudad de México.

No permitamos que el fascismo resurja, por eso debemos seguir cantando para que la memoria no se apague, enhorabuena que los presidentes Gabriel Boric y Andrés Manuel López Obrador recordaron a Allende en La Moneda, así se abrieron las anchas alamedas que nos prometió Salvador Allende.