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Articulos El Guerrero 22 septiembre, 2023 (Comentarios desactivados) (143)

Distante instante, rebelde

Sergio Lugo

El 11 y 12 de septiembre de 1971, se realizó el festival de rock Avándaro. El 19 de septiembre de 1985, murió el trovador Rockdrigo González, debido al sismo de la Ciudad de México.

En todos esos años permeaba la censura del gobierno del PRI hacia los grupos que tocaban rock.

La juventud era reprimida por el gobierno del PRI porque los chavos escuchaban rock y leían a Carlos Marx. Desde los 60, esa represión hacia los muchachos ya estaba generalizada. Los hippies y guerrilleros eran los enemigos del PRI.

Luis Echeverría siguió el mismo patrón conservador contra la juventud que tenía el cabello largo y barba, en medio de ese ambiente, se realizó el Festival de Avándaro, se cree que asistieron alrededor de 250 mil jóvenes, ávidos para escuchar música rebelde.

Tocaron bandas increíbles como los Dug Dugs, Epílogo, La División del Norte, Bandido, ahí despegó Alex Lora con Three souls in my mind, entre otras.

La banda Peace and Love tocaron muy bien, incluso se dice que cuando cantaron Marihuana, fue el pretexto para que censuraran el festival, porque lo estaban transmitiendo en vivo por la radio, y lo mismo cuando cantaron la canción We got the power, que en español gritaban “Tenemos el poder”, con el músico Ricardo Ochoa, eso asustó al gobierno de Echeverría.

Enseguida el gobierno de Echeverría mandó a la prensa vendida a atacar al festival, como la revista Alarma, inventando que fue un degenere sexual y de drogas. Las bandas tuvieron que irse a tocar a los “hoyos funkys” muy pequeños, en las afueras del entonces Distrito Federal.

Javier García Paniagua era hijo del general Marcelino García, fue senador en el sexenio de Echeverría; de 1976 a 1978 fue titular de la Dirección Federal de Seguridad, era la policía secreta del gobierno, que reprimía y asesinaba a los jóvenes de izquierda. Por esa época llegó al DF el joven tamaulipeco Rockdrigo González.

El chavo se conectó con el DF (me fascina la ciudad), tocó con su guitarra acústica y armónica, le cantó a la ciudad y sus peligros, su metro, sus calles, fue llamado “el Profeta del Nopal”, el precursor del Movimiento Rupestre. Era como el Bob Dylan mexicano, porque sus letras eran irónicas e innovadoras.

El presidente López Portillo nombró a Arturo El Negro Durazo, jefe de la policía en el DF, quien era corrupto y narcotraficante, la violencia era terrible.

En 1981 Javier García Paniagua fue presidente nacional del PRI y como el mandatario no lo benefició con el dedazo hizo berrinche.

Rockdrigo cantaba los sucesos de la gran ciudad. Él formó su banda de rock Quál, con el gran guitarrista Fausto Arrellín. Recomiendo el programa Flores de asfalto, uno de Paul Leduc; otro llamado No tuvo tiempo, de Rafael Montero, que hicieron sobre él. Me encanta sus canciones Balada del asalariado, Vieja ciudad de hierro, Distante instante.

Murió aplastado en donde vivía debido al temblor. De broma aseguraban que falleció por un pasón de cemento. El presidente Miguel de la Madrid no supo reorganizar los escombros del DF, entonces la sociedad civil y grupos de izquierda se organizaron y mandaron al carajo al gobierno del PRI. En el Mundial de 1986, le mentaron la madre al Presidente en el estadio Azteca. En ese partido militaba Marcelo Ebrard.

En 1988 el pueblo votó por Cuauhtémoc Cárdenas en contra del PRI. García Paniagua fue director de la Lotería Nacional con Carlos Salinas. El policía Omar García Harfuch es su hijo, quien ahora irónicamente quiere ser jefe de Gobierno de la CDMX por Morena, por la izquierda que su abuelo y padre mandaron desaparecer. Omar no ha precisado cuál es su papel con los jóvenes de Ayotzinapa, su patrón fue García Luna. La canción Ratas, de Rockdrigo parece que alude a esa estirpe del PRI.