Cuando la utopía nos alcance parte 2
Sergio Lugo
Clara Brugada representa un proyecto de izquierda. Escuché por primera vez su nombre hace unos veinte años. Fue en Ixcateopan, durante la celebración del nacimiento de Cuauhtémoc, en febrero de cada año, acuden cientos de danzantes de diversas partes de México.
Ahí llegó un señor de Iztapalapa, hicimos plática, me dijo que se dedicaba al mármol y otras piedras como oficio, no recuerdo su nombre, pero me comentó que él colaboraba para Clara Brugada, como activista político, sacó un recorte de periódico, y me enseñó la foto de ella, Clara fue diputada federal del 2003 al 2006 por el PRD.
Cuando Fox y los diputados del PRI-PAN desaforaron a López Obrador en 2005, él acudió a defenderse a la Cámara de Diputados, en varios videos ahí sale AMLO caminando hacia la tribuna acompañado por mujeres diputadas, entre ellas Clara Brugada.
En 2008 Jesús Ortega, el líder de la corriente del PRD Los Chuchos, empanizados a la derecha, compitió contra Alejandro Encinas, para la dirigencia nacional, ganó el ex miembro del Partido Comunista, pero Chucho Ortega acudió al Tribunal Electoral, y con la ayuda del PAN le dieron el triunfo.
Es cuando Gerardo Fernández Noroña y otros líderes renunciaron al PRD porque se coaligó a Felipe Calderón.
En 2009, esa corriente chuchista, impulsó a Silvia Olivia, para jefa delegacional de Iztapalapa, quien sería esposa de René Arce (otro cacique Chucho), y en una elección interna compitió contra Clara Brugada, la victoria fue para Brugada, pero Silvia impugnó y el Tribunal Electoral le dio el triunfo, nuevamente amañado con el PAN.
Pero las boletas ya estaban impresas con el nombre de Clara y no de Silvia, lo que crearía confusión ante el electorado. Entonces, AMLO y su movimiento, le pidieron a la gente, que votaran por Juanito, candidato del PT, para que en realidad votaran por Clara, la intención era que cuando ganara el abanderado petista, renunciara y la asamblea nombrara a Brugada como nueva jefa delegacional.
Se visitó casa por casa, o desde llamadas telefónicas, la gente respondió y al final Brugada ganó.
De ahí viene el mote de las juanitas cuando renuncian por un hombre, políticamente. Hoy Juanito es un títere del PRI. De la mano con el movimiento obradorista, Clara gobernó por primera vez Iztapalapa en 2009, ahí empezó a transformar la delegación, pasó de ser llamada Iztapalacra a un espacio cultural.
En octubre de 2015 viajé de mi natal Taxco hasta Tlaxcala para visitar a López Obrador, pedirle un favor personal y reiterarle mi respaldo, él en esa época impulsaba a la senadora Martha Palafox para gobernadora de Tlaxcala, por Morena, en contra de Lorena Cuéllar, que era del PRD cercano a la derecha. Ahí se encontraba Clara Brugada, quien sería operadora política de AMLO en Tlaxcala. Es una mujer sencilla, ateniendo a la gente.
En 2018 y 2021 volvió a ganar Iztapalapa, con Morena, y creó las Utopías, espacios de cultura comunitaria que transformaron el entorno, para beneficio del pueblo. Esa demarcación pasó de ser una zona conflictiva a un lugar de ensueño.
Varios artistas e intelectuales apoyan a Clara por ese oasis cultural para que, como jefa de Gobierno, las lleve en toda la CDMX: Laura Esquivel, Paco Taibo, Paloma Saiz, Juan Villoro, Elena Poniatowska, Armando Bartra, Sabina Berman, Bruno Bichir, Eugenia León, Horacio Franco, Jesusa Rodríguez, los moneros Hernández y Rapé, así como Dolores Heredia, etcétera.
Mi columna también la título Utopía, porque es una terquedad mía de que el proyecto de izquierda sea palpable. La famosa película de Charlton Heston, Soylent Green fue nombrada erróneamente en español Cuando el destino nos alcance, me encanta por su trama. La ruta es Clara para alcanzar la utopía.