Sergio Lugo

El 20 de noviembre todos celebran el inicio de la Revolución Mexicana; sin embargo, es tan compleja, porque tuvo sus antecedentes con los magonistas, antes de 1910.

Una figura central es Pancho Villa, porque pasó de ser un bandolero a luchar con Francisco I. Madero para derrotar al dictador Porfirio Díaz, y después a Victoriano Huerta.

Porfirio gobernó de una forma autoritaria, aunque muchos lo defienden porque construyó líneas del ferrocarril, pero ocultan que fueron concesionadas a los extranjeros, porque su modelo era de privatización. En cambio, Andrés Manuel López Obrador, al Tren Maya lo blindó para que no se venda.

Porfirio no permitía la libertad de prensa, manifestaciones, ni democracia. Cuando sobornaba, decía “ese gallo quiere maíz”, o los mataba. A los indígenas yaquis de Sonora, los envió a la península de Yucatán, para que murieran en la selva, bajo una política de exterminio.

Ricardo Flores Magón y los clubes liberales (él fundó el Partido Liberal Mexicano, en 1905), sirvieron para organizarse en todo el país y crear conciencia en contra de la tiranía de Díaz, por medio del periódico Regeneración, de ahí Morena se inspiró. Ricardo, un excelente periodista, era anarquista y por eso estuvo varios años preso, exiliado en Estados Unidos y fue muerto en una cárcel gringa el 21 de noviembre de 1922.

Pancho Villa nació en Durango, pero su periodo revolucionario lo hizo en Chihuahua, fue ahí donde gracias a Abraham González, decidió apoyar a Madero, y así derrotar al ejército de Díaz, que se tuvo que exiliar. Taibo decía que el tráfico de contrabando de vacas, lo puso al servicio de la Revolución.

Recomiendo la película Pancho Villa y la Valentina, del director Ismael Rodríguez, con Pedro Armendáriz y Elsa Aguirre, que habla de esa época. El general Felipe Ángeles, artillero del ejército de Villa, fue crucial en la toma de Zacatecas en 1914. Fue asesinado el 26 de noviembre de 1919, por órdenes de Carranza.

Soy zapatista, pero también quiero a Villa, por su astucia y cercanía con el pueblo. Invadió Estados Unidos y los gringos nunca lo pudieron atrapar. Al final, cuando aceptó retirarse a su hacienda, hizo una especie de socialismo, porque creó escuelas para los niños, puso a trabajar a los ganaderos, para que bajaran los precios de la canasta básica, y vivieran en comunidad.

Para Villa, el profesor era la figura más importante de la Revolución. Recomiendo el libro Pancho Villa, de Ettore Pierri. Y la película Un dorado de Pancho Villa, del director Emilio Fernández, que él mismo actúa, y Maricruz Olivier, una triste historia de amor sobre un revolucionario, su mujer e hijo, que son seguidores de Villa, en la época de cuando éste ya estaba en Canutillo. El dorado es asesinado por el ejército.

El 20 de julio de 1923 Pancho Villa fue acribillado. En esa época la gente se preguntaba. “¿Quién mató a Villa? A lo que respondían: “Cállese”, en alusión a Plutarco Elías Calles, porque Villa apoyaba a Adolfo de la Huerta en la sucesión presidencial. AMLO nombró este año, en su honor.

De la Huerta intentó un golpe militar, luego en la revuelta asesinaron a Felipe Carrillo Puerto, en 1924, era gobernador socialista de Yucatán. Este 1º de diciembre, AMLO va inaugurar el aeropuerto de Tulum, que llevará su nombre. Irónicamente, el presidente Obregón permitió el asesinato de Villa, pero trató de proteger a Carrillo Puerto. Apoyó a los zapatistas y toleró al magonismo, pero firmó los tratados de Bucareli. Aún lloro la muerte de esos revolucionarios.