Hotel Copacabana sacrifica a sus trabajadores
Clemente Martínez Rendón
El 24 y 25 de octubre del año que transcurre, Acapulco de Juárez y Coyuca de Benítez fueron golpeado por el ya famoso huracán Otis (ya hasta le compusieron varios corridos); desafortunadamente afectó casi a todos los hoteles de la franja turística, uno de ellos fue el Copacabana, dicho negocio anunció el cierre definitivo liquidando a todos sus trabajadores con fecha 31 de octubre del presente año, les pagó hasta 70 por ciento de lo que les correspondía, es decir, se quitó su pasivo laboral hasta la fecha, con la intención de que cuando abra nuevamente sus puertas, con otra razón social comience de cero, así su estrategia financiera, para obtener más beneficios por la cobertura de su póliza de seguro, pero sacrificando a los trabajadores de base y de confianza. El dueño del inmueble tiene una póliza de seguro con cobertura amplia, el edificio quizás sea declarado pérdida total y podría recibir millones de dólares de indemnización (obviamente no se destruyó, cuando regresen solamente le darán una manita de gato y el resto será utilidad); otro beneficio que tienen es que recibirá el pago de seis meses de salarios para los trabajadores de base y confianza, pero ya los liquidaron, ese dinero se quedará en los bolsillos de los socios, es decir, de una forma muy canalla, echaron a todos sus colaboradores para poder quedarse con el beneficio de sus coberturas, ya que también recibirá tres meses de ingresos como si estuviese funcionando el hotel, aquí el detalle que todavía cuando vengan los apoyos que el gobierno dará en cuanto a préstamos, seguramente estarán formados en la cola, es decir, podrían engañar a los tres órdenes de gobierno. Quienes dirigían la operación del hotel Copacabana era el Grupo Posadas, pero los dueños del inmueble para obtener mayores beneficios financieros por la cobertura de su póliza de seguro, rompieron con éste, ya que dicho corporativo no dio la cara y dejó a los empleados a las decisiones de los propietarios. Para tener los finiquitos de los trabajadores le pidieron al equipo de recursos humanos, que preparasen todos los documentos que se requerían para llevar a cabo dichos pagos a sus colaboradores, con la promesa de que el 15 de diciembre del presente año, les depositarían su nómina por el trabajo realizado. El contador Jaime Picón les hizo una chicanada, cuando ellos le preguntaron por su pago, este canalla, les dijo que dicho salario iba incluido en su liquidación del 31 de octubre, es decir, trabajaron gratis un mes y medio. El señor Picón es un mercenario financiero y fiscal, dejando adeudos a varios de sus colaboradores. Conclusiones: Primera. Los tres órdenes de gobierno deben de estar atentos a la forma de proceder de estos corporativos que a su vez afectan a la clase trabajadora dejándolos sin su fuente trabajo, en los momentos más terrible de la tragedia, echándolos sin ningún remordimiento y actuando siempre en beneficio de sus utilidades. Segunda. Me llama la atención que también el Hotel Elcano anunció su cierre definitivo; se me hace raro ya que dicha hospedería siempre fue beneficiada en los tiempos que gobernó el PRIANRD en Guerrero, (con Héctor Astudillo) aquí la pregunta que me viene a mi mente: “¿Usó el Cano, la misma estrategia que el Copacabana?”, la dejo abierta, a ver si obtenemos respuesta. Tercera. Poco a poco se va reactivando la economía en Acapulco, después del paso del huracán Otis, mis respetos para los hoteles que están abriendo sus puertas nuevamente, incluido el Emporio. Sígueme @cmr7309 Twitter y Tik Tok cmreib7309