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Articulos El Guerrero 3 enero, 2024 (Comentarios desactivados) (113)

Elecciones 2024 

Isidro Bautista Soriano 

El México y el Guerrero que seguramente todos deseamos para este 2024, ante la ola de inseguridad o violencia heredada de los gobiernos del pasado, depende no tanto de los partidos, sino de los votantes. Los partidos ponen a los candidatos y candidatas de todos los colores y sabores, pero los ciudadanos disponen, si quieren. En el caso de la elección presidencial, una vez que el presidente Andrés Manuel López Obrador termine de cumplir su promesa de colocar a México como el de Dinamarca en materia de salud, lo ideal sería que votaran a favor de la persona que pueda entonces seguir esa línea de igualar a nuestro país con otras naciones del mundo en los demás aspectos de gobierno, como en seguridad. Si bien es cierto que pasó del lugar 139 ocupado en 2022 a la posición 136 en 2023, México sigue inseguro para propios y visitantes. Si con el actual sexenio ha habido menos violencia o, dicho de otra manera, mejor seguridad, lo recomendable sería votar por la persona que le dé continuidad o que mejore el trabajo. Si se percibe que el gobierno realmente combate al crimen organizado y que para ello expone la vida de sus efectivos por salvaguardar la de la colectividad, pues deben respaldar en las urnas a la persona que siga esos pasos, y si no, a otra que por lo menos lo intente con hechos. No hay persona perfecta. Tampoco lo hay candidato o candidata, pero sí uno o una mejor que otro u otra en capacidad de gobernabilidad. Casi siempre los partidos han postulado candidatos bajo intereses con todos, menos con los representados. Se ha visto que su postulación responde más a un círculo reducido, de servir principalmente al gobernante en turno, como se vio con Carlos Salinas, con Vicente Fox y con Felipe Calderón, etcétera, sin levantar la voz ante problemas tan gravísimo como la inseguridad. Muchos sabían de los actos de corrupción de Genaro García Luna como secretario de Seguridad del gobierno de Calderón, pero nadie se atrevió a señalarlo. El presidente se hizo de la vista gorda ante los intereses que predominaban. Todos cuadrados al régimen, viendo el terror en los ojos de la sociedad por el nivel de delincuencia vivido en nivel ascendente. Ha sido casi imposible tener gobernantes que realmente velen por el interés popular, pues han caído más en el papel de servilismo. Habrá que buscarle detenidamente las prendas de servicio público a Claudia Sheinbaum o de Xóchitl Gálvez, de momento, porque falta otorgar la candidatura presidencial de Movimiento Ciudadano. Las dos son mujeres respetables y con capacidad política y profesional. En el caso de Guerrero, por lo que hace a la elección de legisladores y ayuntamiento, tiene que valorarse a aquellas candidaturas que estén marcadas más por la defensa popular, aunque difícilmente pueden desempeñar sus funciones al margen de la delincuencia. Habrá que examinar de arriba abajo por cuanto a su tenacidad para afrontar en mejores condiciones de gobierno problemas como el ocurrido con el huracán de Acapulco o del agua potable en Chilpancingo, aparte del crimen organizado, que no ha dejado de cesar ni ahí ni en el resto del estado, como tampoco en el resto del país. Ojalá que ya no pase lo mismo como con el niño cuando le dan a escoger entre la leche o el refresco, y rápido se va por la chatarra, y termina mal en salud.