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Articulos El Guerrero 5 enero, 2024 (Comentarios desactivados) (111)

Suku’un Andrés Manuel 

Sergio Lugo 

Desde hace años he seguido los pasos de Andrés Manuel López Obrador, pero con más énfasis, en los últimos meses, por un asunto personal. Lo he visto en Quintana Roo y en Yucatán. AMLO casi cada 15 días visitaba la península para supervisar las obras del Tren Maya, y el aeropuerto de Tulum (llamado Felipe Carrillo Puerto). Casi siempre llegaba a Chetumal, y de ahí partía para Tulum en helicóptero, y luego llegaba al aeropuerto que se estaba construyendo. Enseguida partía a Cancún y posteriormente dormía en Mérida; para finalizar a veces en Campeche, y retornar a la capital. Como López Obrador nació en Tabasco, desde joven recorrió la península de Yucatán (que comprende ese estado, Campeche y Quintana Roo), además, su rancho o finca, se ubica en Palenque, Chiapas. Es por eso, que le dio prioridad para desarrollar el sureste, ya que por años estuvo abandonado. Durante el siglo XIX se dio la Guerra de Castas, cuando los hacendados blancos trataron de exterminar a los indígenas mayas, quienes se levantaron en armas, (en el siglo anterior, lo hizo el indígena Jacinto Canek, de Campeche, precursor de nuestra Independencia, ejecutado el 14 de diciembre de 1761). En la península hay selva, casi todo el terreno es plano, y solo una parte, cerca de Mérida, es seco, y es ahí donde crecía el henequén, planta que valía oro. Yo estuve cuando en 2020 AMLO fue al pueblo de Tihosuco, para pedirle perdón a los mayas, por esa famosa guerra. Hay bastante pobreza en esa zona indígena. Quintana Roo hasta hace unas décadas, era territorio, no estado, casi deshabitado. Platiqué con el cronista de Cozumel, Veudi Vivas, quien dice que hace muchos años era muy difícil viajar desde la Ciudad de México hasta Yucatán, porque no había carreteras, y en el caso de ese lugar caribeño, era más fácil llegar en barco desde Veracruz y terminar en la isla de las golondrinas. La gente de la península estuvo aislada en la Guerra de Reforma y en la Revolución Mexicana. Yucatán era otro país dentro de México. Para los yucatecos, era más fácil viajar a Cuba o a Estados Unidos. Por ese motivo, los militares golpistas de Adolfo de la Huerta, persiguieron al gobernador socialista de Yucatán, Felipe Carrillo Puerto, y al no tener armas, no pudo huir, porque la península es un embudo, lo fusilaron el 3 de enero de 1924. Yo estuve en Motul, Yucatán, hace dos días, cuando AMLO le rindió homenaje, fue impresionante que el pueblo no lo dejaba irse, porque lo querían abrazar y el Presidente, feliz. La logística habrá tenido planeada la salida de AMLO en dos minutos, pero habrá demorado una media hora debido a que la gente se desbordó en júbilo. El escritor Armando Bartra tituló su libro Suku’un Felipe, que quiere decir “hermano mayor” en maya, porque así le decían a Carrillo Puerto, ahora bien, podría ser Suku’un Andrés Manuel. Dicho libro me lo autografió AMLO para mi amigo Alfonso Ávila, quien trabaja en el Tren Maya. El pasado 14 de agosto (fecha especial para mí), platiqué con Alfonso y su pareja Leticia Gómez, me invitaron unos tamales y una bebida de cacao en Bacalar; ellos analizan la calidad del concreto que se usa en el Tren Maya, él es de Cuautla, Morelos, y ella de Tixkokob, Yucatán. Ellos militan en Morena, admiran a López Obrador. Los papás y hermanas de Lety están con Claudia Sheinbaum. Alfonso tiene 67 años, es zapatista y carrillista. Cuenta con varios libros autografiados por escritores mexicanos. Siempre lee el periódico, le gusta la historia de su país. Así como él, sus compañeros obreros que construyen el Tren apoyan al “hermano mayor” López Obrador.