Clemente Martínez Rendón 

“El PRI es así, porque así somos los mexicanos” Carlos Salinas de Gortari  

La Universidad Americana de Acapulco (UAA) es la primera y única institución privada en México, creada con recursos del pueblo de Guerrero, siendo nuestro gobernador en turno, José Francisco Ruiz Massieu, y estrenando la reforma de 1992, que daba paso a la privatización de la educación en nuestro país, tuvo la gran idea de crear dicho liceo. Siendo presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, comenzó con las privatizaciones en nuestro país, una de ellas fue la educación de los mexicanos en 1992; lejos de invertir en infraestructura académica gratuita para los guerrerenses, su cuñado José Francisco Ruiz Massieu tuvo la gran ideota de suministrar a particulares de terrenos e infraestructura para su operación, dicho plan ya lo traía en mente desde 1991, tal como lo narra el actual rector Mario Alejandro Mendoza Castañeda, en su obra titulada La Universidad Americana de Acapulco, proyecto académico de José Francisco Ruiz Massieu. La obra de Mendoza Castañeda, donde justifica la mala actuación o la estulticia del entonces gobernador guerrerense, narra lo siguiente: “La Universidad Americana de Acapulco (UAA) surgió en el año de 1991 como proyecto central del gobernador del estado de Guerrero, José Francisco Ruiz Massieu, a fin de brindar a los jóvenes acapulqueños y guerrerenses una opción de excelencia académica en el nivel de educación superior Con (sic) ello los estudiantes de Guerrero contarían con una salida educativa que les permitiera desarrollarse y arraigarse en su propia entidad”, pues así nació dicho liceo, bajo el dominio en ese entonces del PRI, papá gobierno pagó todo o más bien los ciudadanos, es decir, es una entidad pública-privada, lo peor de todo es que nunca ha rendido cuentas al pueblo. La UAA fue azotada por el huracán Otis y la dejó completamente devastada, pero ya estaba en malas condiciones antes del meteoro, la visité un par de veces y ya las cosas no andaban bien, se veía que venía en decadencia; dicha universidad es clasista y racista, a pesar de que supuestamente fue hecha para los acapulqueños o guerrerenses, ya que como conferencista solicitaba cualquiera de los auditorios Guillermo Soberón o Héctor Dávalos Rojas, para dar una charla y la respuesta de la encargada era siempre de asombro; no, esos espacios están reservados para los conferencistas de la UNAM, y claro también para Claudia Ruiz Salinas, (ella se quita el apellido paterno para usar Massieu); a ella le abren las puertas de par en par, ya que su padre José Francisco Ruiz Massieu fue el creador y mecenas de la Universidad Americana de Acapulco, obviamente con recursos del pueblo. Conclusiones: Primera. Tras el paso de huracán Otis, y al no estar en condiciones de reabrir sus puertas la UAA, comunicó de manera informal, a sus estudiantes que cerraba sus puertas hasta previo aviso, generando molestias tantos de trabajadores administrativos, a profesores, a los padres de familia así como a los escolapios, que ya comenzaron a manifestarse frente a dicha institución pública-privada. Segunda. La gobernadora Evelyn Salgado debe solicitar cuentas a la UAA, que le informen qué está pasando, si cuentan con una póliza de seguro con coberturas amplias, si dicho servicio cubre el pago de los daños, el salario de los trabajadores y docentes, así como el pago de tres meses de ingresos, ya que varios hoteles están aplicando la misma estrategia. Tercera. El doctor Marcial Rodríguez Saldaña tiene la obligación de escuchar a los jóvenes que fueron afectados en sus estudios por esta decisión unilateral de la UAA.

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