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Articulos El Guerrero 17 enero, 2024 (Comentarios desactivados) (102)

Cuestiones de Peso 

Parálisis sin origen 

Manuel Nava 

La desinformación constituye una de las mayores preocupaciones en la actualidad. Es un fenómeno muy antiguo que ha proliferado con el desarrollo de los medios de comunicación masiva y sus alcances se acrecientan con las redes sociales y exacerbación de las posturas antagónicas. Se trata de noticias falsas, también conocidas como fake news, que son informaciones ficticias difundidas bajo el disfraz de hecho noticioso para generar la percepción de realidad en la población. Son diseñadas intencionalmente con este fin para confundir, engañar y manipular, y muchas veces involucran también la intervención digital de imágenes, videos, sitios web, cuentas personas y medios de comunicación. En numerosas ocasiones, detrás de las noticias falsas o fake news se articulan, estrategias para manipular la opinión pública y erosionar la estabilidad de los Estados y de sus instituciones. Los motivos detrás de quienes las crean y reproducen son múltiples, desde la simple broma o parodia, hasta la controversia ideológica o incluso el fraude económico. Las noticias falsas se propagan por medios cada vez más sofisticados: cuentas de redes sociales automáticas difíciles de ubicar, portales pagados, y a la desinformación deliberada se suma el crimen organizado, que busca crear incertidumbre y dominar con el terror. A lo anterior se suma el llamado sesgo de confirmación, que es la tendencia natural que tenemos las personas a favorecer, buscar, interpretar y recordar la información que confirma las propias creencias o hipótesis, dando desproporcionadamente menos consideración a posibles alternativas. En los últimos siete días se generó en Acapulco una sicosis a partir de un vacío de la información. Una versión con datos difíciles de comprobar sin un emisario identificable habló de una amenaza contra choferes del servicio de transporte, paralizó a la ciudad. Fue una ráfaga de información errónea que circuló en redes sociales y de boca en boca que llevó a la paralización de las actividades económicas y sociales. Las autoridades locales expresaron su preocupación por las amenazas difundidas, comprometiéndose a tomar medidas para garantizar la seguridad y el bienestar de la ciudadanía. Sin embargo, la incertidumbre y el temor persisten entre los habitantes de Acapulco, pues esperan que se encuentren soluciones efectivas para restablecer el servicio de transporte público de manera segura y tanto entre los trabajadores como entre las empresas, tuvo su impacto negativo. Costó pagar tarifas sobre elevadas en el transporte, menor tiempo con la familia y pérdida de horas hombre trabajo además de menores ventas en los negocios. Esta situación también ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de la población y de las autoridades, ante la presencia y actividad del crimen organizado en la región. Podemos luchar contra la propagación de la desinformación con un simple ejercicio: tomar una pausa y mantener un grado de escepticismo. Pero también disponer de información oportuna. Antes de difundir una información es importante comprobar de qué canales viene o si es un referente acreditado en la materia quien se hace responsable por el contenido brindado. Cuando todo cambia tan rápido, es necesario ver si la información se encuentra actualizada.