isidro bautista soriano 

Lo ocurrido en estos primeros días de enero en Acapulco y ahora en Taxco, con el transporte público, debe interpretarse como una señal más por los candidatos o las candidatas para redireccionar el modelo de su campaña en materia de persuasión. Ya se vio cómo quedó paralizada la propia capital del estado el año pasado ante el acecho de la delincuencia organizada hasta que el gobierno de Evelyn Salgado Pineda tomó al toro por los cuernos para imponer el orden. Zihuatanejo ya tuvo también problemas para prestar su servicio de transporte público, hace aproximadamente un año. Seguramente habrá municipios y distritos electorales sin partido o partidos en campaña, quizá no todos, como en el resto del país. Hay zonas en Guerrero, al igual que en las demás entidades federativas, en las que la delincuencia ha hecho imposiciones. Si se ha visto cómo la delincuencia, con un tronar de dedos, paraliza o moviliza a los transportistas, o bien a los habitantes de toda una comunidad, es fácil pensar en la probabilidad de que meta esta vez más su mano en el proceso electoral. Se ha sabido que con un simple mensaje puede frenar a cualquier candidato o candidata. ¿Cómo movilizarse, por ejemplo, en las ocho regiones de Guerrero para competir por los cargos del Senado, si son disputadas como plazas por distintos grupos delictivos? Los candidatos presidenciales dejaron de ser cuidados por el pueblo o sus seguidores, y ahora disponen de seguridad otorgada por el Ejército mexicano, como se sabe, de acuerdo con la ley. Esta situación definitivamente no puede soslayarse o subestimarse ni aquí ni allá. Es una realidad consumada. La gobernadora Salgado Pineda no cesa en encabezar las reuniones de seguridad a la que concurren coordinados los tres órdenes de gobierno. Como lo hemos señalado, el tema de la violencia o la inseguridad constituye el problema número uno de México desde hace años, que surgió y se dejó crecer por los gobiernos del pasado. Y los gobernantes, llámense Ejecutivo, Legislativo y Judicial, deben ponerse más las pilas para hacer en todo lo posible lo que por ley les corresponda, si desean escalonar en su carrera política o del servicio público. Los alcaldes, por ejemplo, son los responsables más visibles, y aunque su trabajo no es nada fácil, algo deben hacer o decir a sus gobernados, sin poner en riesgo su integridad física o la de su familia. Es decepcionante para un pueblo sentirse acorralado por la delincuencia sin que su autoridad inmediata, como lo es el ayuntamiento, asome siquiera un poquito la cara con toda la inteligencia y prudencia posibles, de tal modo que aumenten sus probabilidades de reelección, como muchos quieren tenerla en el proceso electoral vigente en Guerrero. Ganarán pues aquellos o aquellas que mejor persuadan en las redes sociales, definitivamente, y ya no de manera presencial, sobre todo en el caso de las diputaciones federales y senadurías. ¿Cómo desplazarse físicamente en el distrito con cabecera en Coyuca de Catalán, al que corresponden municipios de las regiones Tierra Caliente, Norte y Centro del estado? Samuel García y esposa crecieron de manera increíble en menos de tres días con unos tenis que no ensuciaron.