Gracias a la vida
Sergio Lugo
López Obrador presentó sus reformas el 5 de febrero, aniversario de la Constitución. Varias no serán aprobadas, porque la izquierda no tiene la mayoría en el Congreso, es por eso que se busca el Plan C, para que en las elecciones, se voten por todos los candidatos a legisladores de la 4T. La Constitución del 5 de febrero de 1917 fue de las más avanzadas del mundo. Recomiendo la obra de teatro El Constituyente. El presidente era Venustiano Carranza, él no tenía como objetivo una Constitución así (trató de matar a Pancho Villa y logró mandar asesinar a Zapata en 1919). Uno de los responsables de legislar a favor de los obreros y campesinos fue Francisco J. Múgica, quien buscaría la Presidencia de México, en 1940, pero lamentablemente, Lázaro Cárdenas, le dio el dedazo a Manuel Ávila Camacho, de derecha. Las propuestas de Flores Magón y sus seguidores, influyeron para los derechos de los obreros en la Constitución, y su jornada laboral de ocho horas, también más igualdad de las mujeres frente a los hombres. La lucha de los zapatistas influyó para que se repartiera la tierra a los campesinos, y se creara lo que sería el ejido. Se defendió la soberanía energética, que más tarde Cárdenas la llevaría a su cenit con la expropiación petrolera y luego con López Mateos, en cuanto a la nacionalización de la energía eléctrica. En el ámbito educativo, la Constitución rompió con el fanatismo religioso católico, en el sentido de que la educación impartida por el gobierno tendría que ser laica, sin ningún cobro, al menos, la educación primaria (Cárdenas propuso que fuera socialista). Todo eso enfureció a la derecha, pues la iglesia católica siempre ha promovido la educación retrógrada, me tocó estudiar en un kínder (manejado por monjas) y una primaria, ambos católicos, en mi natal Taxco (de ahí mi abominación a la religión en general). Estudié en una secundaria del gobierno y eso me cambió para bien. La Guerra Cristera contra Plutarco Elías Calles, en parte, fue porque estaban en desacuerdo de la Constitución. En 1939 se fundó el PAN y también despreció dicha Carta Magna, porque los panistas siempre han protegido la propiedad privada, y el “libre comercio”, fue una respuesta al gobierno de Cárdenas. Con la llegada de los tecnócratas en el gobierno de Miguel de la Madrid, se empezó a cumplir el sueño de los panistas: vender todo, su ideología, el neoliberalismo, tuvo su culminación con Carlos Salinas de Gortari, quien privatizó la mayor parte de las empresas del gobierno. Ahora Xóchitl Gálvez, los representa. En cambio, López Obrador quiere retomar el espíritu del Constituyente de 1917, y por eso, parte de sus reformas son las siguientes: Reconocimiento a indígenas y afromexicanos (como sujetos de derecho). Becas a estudiantes de educación básica. Atención médica gratuita. Reforma para que los trabajadores sean dueños de sus casas, y reciban sus pensiones al cien por ciento (Zedillo se las quitó). Prohibir el fracking y la minería a cielo abierto (en Guerrero, algunas mineras tienen paramilitares). Igualar el salario mínimo para maestros y médicos. Garantizar un jornal seguro para campesinos y pescadores. Así como el uso de las vías férreas para trenes de pasajeros. AMLO va publicar su nuevo libro titulado Gracias, sobre el fin de su gobierno, eso me recordó a Violeta Parra, quien compuso Gracias a la vida (dedicada a Gilbert Favre): “Gracias a la vida, que me ha dado tanto, me ha dado la marcha de mis pies cansados, con ellos anduve ciudades y charcos, playas y desiertos, montañas y llanos, y la casa tuya, tu calle y tu patio; así yo distingo dichas de quebrantos y el canto de todos, que es mi propio canto.”