Migrantes de Tepetlapa, Huamuxtitlán ayudan al progreso de su comunidad
Las remesas que envían ayudan a ejecutar obras sociales en la localidad
Nicasio de Jesús Chepe
En los años ochenta, la comunidad de Tepetlapa, del municipio de Huamuxtitlán, era una localidad abandonada con casitas de techo de zacate, pero la migración de sus habitantes a Estados Unidos ha ayudado en el progreso tanto de las familias como de la fisonomía de la localidad. Uno de los primeros migrantes que registró la comunidad de Tepetlapa, que pertenece al municipio de Huamuxtitlán, para hablar condicionó no dar su nombre, quien dice que desde hace 40 años en que se aventuró a ir a Estados Unidos de manera ilegal, pero que en 1997 aprovechó la amnistía que impulsó el entonces presidente Ronald Reagan, “muchos nos acogimos a esa iniciativa y nos convertimos en ciudadanos residentes del país vecino”. Precisa que Tepetlapa empezó a cambiar cuando sus primeros migrantes empezaron a mandar las primeras remesas, ya que empezaron a cooperar para la fiesta religiosa y en la ejecución de las obras sociales. Indica que son más de mil migrantes de Tepetlapa que están en Estados Unidos, que en su mayoría viven en Nueva York, donde unas 300 familias son los que cooperan de manera constante y recaban fondos que entre lo más sobresaliente fue construir la torre de iglesia y se adquirió el reloj de la misma. Incluso hay un fondo que sirve para apoyar a los paisanos cuando viajan para cruzar la frontera, ya estando en Estados Unidos los apoyan con comida y hospedaje, mientras consiguen trabajo. Entre los empleos que llegan a conseguir los hombres es trabajar en restaurantes como cocineros, en la construcción y en jardinería. A las mujeres se emplean planchando ropa en hoteles y en la limpieza de casas. Varios de los que ya son residentes cuentan con restaurantes y la mayoría ya tienen un estilo de vida muy diferente, e incluso sus familias en la comunidad viven muy distinto. Varias obras sociales, como la pavimentación con asfalto del tramo carretero Xochihuehuetlán-Tepetlapa, fue posible concretarla con la inversión de la comunidad migrante; así como de los gobiernos estatal y federal. Apoyan con el castillo en la fiesta patronal; dan préstamos para que haya bailes, bandas y jaripeos en todas las fiestas. La migración en un tiempo afectó a las escuelas, ya que en 1991 las escuelas, jardín de niños y primaria, tenían dobles turnos, pero al final de la década ya no había niños, ya que familias enteras migraban, lo que ahora ya volvió a la normalidad. También llegaron a faltar los comités de padres de familia, de fiestas religiosas, comité de obras sociales y al comisariado de bienes comunales, incluso para completar la mesa directiva. Finalmente señalan que la mayoría de las familias residentes en Estados Unidos ya tienen hijos y nietos, quienes viven cómodos, donde los niños hablan sólo inglés y ya no intentan hablar español.