CUESTIONES DE PESO LOS VENEROS PETROLEROS
MANUEL NAVA
El próximo 18 de marzo se cumplirán 86 años de la expropiación petrolera. Este energético y la paraestatal que explota y comercializa los derivados del mismo, juegan un papel fundamental en la economía mexicana.
Las finanzas de la petrolera poco han mejorado y la producción de crudo ha logrado estabilizarse, pero no al punto de cumplir con el crecimiento prometido.
En el contexto de la contienda electoral por la presidencia del país, la continuidad del rescate de Pemex está en juego. La cuestión de peso es el dilema que presenta ya en los discurso de campaña: rescatar a Pemex o crear una nueva empresa de energías alternativas. El siguiente Presidente o Presidenta tendrá que lidiar con una petrolera que suma más de 100 mil millones de pesos de deuda y que necesita del apoyo gubernamental para seguir operando.
El intercambio de opiniones entre los candidatos refleja la complejidad del panorama político actual y la diversidad de perspectivas en torno al manejo de los recursos energéticos del país.
Xóchitl Gálvez planteó sobre la mesa la creación de una nueva empresa estatal: Energías Mexicanas, a la que ha descrito como una compañía que no sólo estaría enfocada en el negocio petrolero. “Hoy hay otras fuentes de energía, no las podemos dejar fuera y eso le podría dar mucha viabilidad financiera a Pemex” según sus palabras.
Claudia Sheinbaum mencionó algunas líneas discursivas semejantes al del presidente López Obrador, como el combate a la corrupción y su desacuerdo con que la petrolera tenga acceso al mercado de deuda teniendo que pagar tasas por encima del soberano, aunque esto no dependa del gobierno en turno. Pero, a diferencia del fundador de Morena, la política ha puesto sobre la mesa el desarrollo de la generación renovable y la extracción de litio como alternativa de rescate a la compañía. Pemex juega un papel múltiple en el desarrollo económico y energético del país. México, al estar suscrito a acuerdos internacionales para impulsar la transición energética, se comprometió a sustituir paulatinamente el actual uso de combustibles fósiles por energías limpias y renovables.
La política energética está orientada a “alcanzar y mantener la autosuficiencia energética sostenible para satisfacer la demanda energética de la población con producción nacional” (Programa Sectorial de Energía 2020-2024), en el cual se plantea la necesidad de aumentar las actividades de exploración e infraestructura de hidrocarburos y derivados. Si bien, también hace referencia a la incorporación de energías limpias a la matriz energética nación.
La autosuficiencia energética tomó protagonismo en los años 70, cuando Estados Unidos, Europa, China e India se vieron vulnerables ante el embargo de la OPEP. A partir de ese momento, este concepto se enmarcó bajo la protección de una posición internacional.
La definición que ahora prevalece incorpora la capacidad de satisfacer las necesidades energéticas sin depender de otros países. En este punto, tanto la autosuficiencia como la seguridad energética convergen. Por otro lado, la seguridad energética se define como suministros estables y continuos a precios asequibles. También se interpreta como “la capacidad de un territorio para garantizar el acceso equitativo –en calidad y cantidad– a servicios energéticos resilientes que permitan el desarrollo humano y económico sostenible de su población. En este sentido, la pobreza energética se entiende como la insatisfacción de las necesidades energéticas.
La definición de seguridad energética debería ser la capacidad de satisfacer las necesidades energéticas básicas de una población de forma sostenible. La problemática de Pemex requiere más que consignas claramente en reproche a la política energética que ha tomado el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, o de alabanza hacia ella.
Es algo que tiene que ver con la dinámica de la economía nacional y con los ingresos de las arcas públicas.