El o la más capaz para fiscal
Isidro Bautista Soriano
En el asunto de la elección del titular de la Fiscalía General de Guerrero debe privilegiarse, efectivamente, como lo han sugerido algunas voces de la sociedad civil, el hecho de que ya no sea de las fuerzas armadas, y que preferentemente no tenga o no haya pertenecido a ningún partido político, si verdaderamente se busca que dicha institución contribuya al trabajo de gobernabilidad que mantiene firme la gobernadora Evelyn Salgado Pineda.
Obviamente no es lo mismo dirigir las tropas del Ejército y de la Marina Armada de México que una dependencia ministerial, y se comprobó con la actuación que tuvo de Sandra Luz Valdovinos Salmerón al frente de ésta que la llevó al desenlace de todos sabido, a pesar de su amplia experiencia militar y sólida formación legal, sólo que no propias de los policías, e incluso de su clase trabajadora, la cual la despidió del cargo con rechiflas, por el trato despótico que a todas luces le dio.
Desde luego que una fiscalía (civil) no puede manejarse con el mismo grado de disciplina que en las instituciones armadas, no obstante de que en éstas también existen instancias ministeriales y tribunales sólo que para los miembros de sus propios cuarteles.
No debe tener vínculos con partidos para no poner en tela de duda los principios de imparcialidad y objetividad de sus resoluciones tratándose de casos en los que pudieran estar involucrados militantes o dirigentes que fueran correligionarios suyos o bien antagónicos en algún tiempo.
Sería igual que tratándose del Poder Judicial, principalmente jueces y magistrados, para estar en todas las condiciones legales de percibirse como instituciones realmente autónomas e independientes en sus fallos.
Si bien es cierto que al titular del Ejecutivo, en este caso la gobernadora Salgado Pineda, le corresponde, por ley, escoger una terna de entre todos los aspirantes registrados en el Congreso del estado con el deseo de ocupar dicho cargo, debe elegirse al o a la más capaz.
Debe elegirse al o a la mejor no tanto porque así lo disponga la Constitución, sino porque así lo exige la sociedad, debido al nivel de inseguridad alcanzado en todo el país, en el que ya no caben las improvisaciones, como aquí lo hemos dicho.
La violencia está convertida en el problema número uno de México, y requiere el hecho de ponerle toda la dedicación posible, y por eso mismo, cabría plantear la recomendación de adelantar los días del plazo fijado para la elección, la cual, según se tiene conocimiento, terminará una vez pasado el periodo vacacional de Semana Santa.
El miércoles 27 hubo un hecho de violencia suscitado en el puerto de Acapulco que pudo haber sido no de uno sino de un mayor número de camiones urbanos incendiados ante la vista de los turistas. No es lo mismo que casos como éste sean atendidos por un encargado de despacho que del titular debidamente designado, con la capacidad de ejercer todas las atribuciones para que contribuya justamente a la gobernabilidad de Guerrero.
Y si el nuevo o la nueva titular es elegido también por tener olfato político, mejor, para que no pase lo que pasó con la que acaba de abandonar el cargo, por mantenerse aferrada dentro de una capsula cien por ciento rígida.
Que al nuevo o la nueva titular le quede bien el saco de la máxima del presidente AMLO y de la gobernadora Salgado Pineda ampliamente sostenida en el sentido de no mentir, no robar ni traicionar al pueblo.