Isidro Bautista Soriano

La política se ha hecho y se hace como en la guerra y en el amor: todo se vale. Ha habido casos en que se recurre hasta a los brujos, y los candidatos se vuelven sencillos, cariñosos y generosos unos, y/o otros caen en circo, maroma y teatro, desde luego con el propósito de ganar, y ahora más por la reelección.

Hay alcaldes, diputados locales, diputados federales, senadores y demás que buscan repetir en los cargos hasta por tercera vez. Pocos son realmente los merecedores de seguirse de frente por el trabajo que han hecho conforme a ley y con la pasión de servir, y los otros, simplemente por no separarse de la ubre política, la cual les resulta mejor provechosa para sus fines personales.

¿Cuántos no le tiraron a la cabeza de los ayuntamientos con la intención de ver qué sacan abajo dizque como premio de consolación? Y ¿cuántos no se fueron a otro partido porque no les dieron nada sin importarles ideología ni antigüedad de militancia?

Y así como se ha visto específicamente en Guerrero casi prostituida la política por la brincadera de militantes o candidatos de un partido a otro, así la sociedad observa las encuestas, que se elaboran como trajes a la medida, como si se tratara de una subasta.

Se ha perdido el número de las según levantadas por la elección presidencial 2024, pues no han sido tomadas en cuenta con la seriedad debida.

Ha sido tanto el desaseo con el que son llevadas a cabo como un verdadero tianguis que ya ni siquiera, en muchísimos casos, se les abre la puerta de la casa, o de inmediato les cuelgan la llamada telefónica en cuanto se identifican como una empresa demoscópica; de ahí que casi todas se reducen a mil cuestionarios.

Este martes 16 de abril, en Chilpancingo, Movimiento Ciudadano, con su candidato a senador Mario Moreno, aseguró que sus principales contrincantes van en picada mientras que él tiene una tendencia ascendente en posicionamiento, pero la verdad, fuera de ese partido, casi nadie lo creyó.

Y hoy apareció en las redes sociales una de   Massive Caller, ya famosa en Guerrero, en la que el mismo hoy ex priísta Mario Moreno aparece en el tercer lugar de la preferencia, con el 12.6 por ciento, y delante de él Félix Salgado Macedonio y Manuel Añorve Baños.

Lo que sí es cierto es que nadie duda en que Salgado Macedonio se mantiene en la cumbre de las simpatías.

Este estudio fue levantado, explicó dicha compañía, mediante la técnica de “robot” con grabaciones enviadas a los hogares, que viene a constituir una nueva faceta de hacer ganadores a unos y perdedores a otros.

¿Cuántos candidatos no han cacaraqueado en el país que están arriba en todas las encuestas, y ya en las urnas el resultado es devastador?

Claro que también hay cierta porción de electores que caen en el anzuelo como aquellas personas que son estafadas por teléfono o presencialmente, y por eso mismo, los candidatos optan en no dejar de recurrir a la encuesta como una estrategia o una manera de influir.

El elector, ante eso, inclina su preferencia al supuesto ganador, porque llega a creer que se quedará solo en el otro extremo del río.

Es difícil que un candidato convenza con encuestas y otras prácticas parecidas, porque ahora las campañas se ganan según se muevan en las redes sociales. Ahí está la clave. Es hoy el campo de batalla, en donde un gigantón como Goliat puede ser derrotado por alguien de menor estatura física si utiliza la mejor arma mediática.