Bizarrap se presenta ante 5 mil personas en el Pepsi Center de la Ciudad de México
El argentino da su primer concierto en solitario, fuera de un festival
Redacción
“!Biza, Biza, Biza!”, fue el grito de bienvenida de las 5 mil personas que se dieron cita en el Pepsi Center hacia el argentino Bizarrap, que rodeado por pantallas y distintas tornamesas frente a él ofreció su primer concierto en solitario, es decir fuera de un festival en la Ciudad de México.
Su concierto estaba pensado para realizarse este mismo sábado pero en la curva 4 del autódromo Hermanos Rodríguez, un espacio donde caben entre 40 a 50 mil personas, pero la recepción del público capitalino no fue la esperada.
Por ello Bizarrap, que ha comenzado a ser nombrado como el “rey de las colaboraciones”, tuvo que desplazar su concierto al Pepsi Center un lugar donde sólo recibió a 5 mil personas. Pese a la situación, su público fiel gozó de principio a fin el recorrido que el productor argentino hizo de toda su trayectoria, desde temas donde colaboró junto a Naty Peluso que tiene más de 5 años de haberse lanzado hasta las más recientes, como su sesión junto a Peso Pluma.
Todo eso con un juego de luces y arreglos musicales al estilo electrónica, que puso a brincar y bailar a todo su público, en su mayoría jóvenes, que conocían todas las canciones de Biza, aunque casi todas han sido hits en plataformas como Spotify.
Por ello sorprendió que un artista con más de 39 millones de streams en Spotify no logrará convocar a más de 40 mil en el primer recinto donde se tenía planeado que se presentará.
Pero eso no impidió que Biza pudiera intimar y disfrutar a lado de sus fans, brincando emocionándose y dedicándoles unas palabras:
“Hace cuatro años que vengo a México y siempre me reciben como en casa, siempre digo lo mismo porque me reciben de maravilla, palabras de agradecimiento siempre”, expresó.
Dedicó toda una sección de su concierto a cantar los temas que ha grabado con una serie de artistas mexicanos, como Alemán, Peso Pluma, y Natanael Cano.
Pero para cerrar dejó sus grandes clásicos y con ello despedirse de su gente fiel, como sus sesiones con Quevedo, o con Nicky Jam, después de las cuales se envolvió en la bandera de México para cerrar el telón.