Se debe impedir el calentamiento excesivo para regenerar la capa de ozono: académica
Debemos trabajar para que el planeta no se siga deteriorando, advierte
Redacción
Aunque hay avances, debemos continuar con el trabajo para que el planeta no se siga deteriorando y sea un mejor hogar para todos, que se regenere la capa de ozono, se evite que haya un calentamiento excesivo y logremos reducir en 0.5 grados la temperatura global, para fines de este siglo.
Lo anterior, de acuerdo con la investigadora del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC) de la UNAM, Elizabeth Vega Rangel, al referirse al Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, que se conmemoró ayer 16 de septiembre.
Este año el lema de la efeméride es “Protocolo de Montreal: Promoviendo la acción climática”, es decir, impedir el calentamiento excesivo y para ello es necesario disminuir el uso de hidroclorofluorocarbonos (HCFC), sustancias que no dañan la capa de la atmósfera, pero tienen potencial para calentar el orbe, asegura la académica del Departamento Ciencias Ambientales del ICAyCC.
Expone que en esa entidad se desarrolla un proyecto en el cual estudian las concentraciones de compuestos orgánicos volátiles -precursores de ozono- del butano y propano que son muy altas en la atmósfera, lo cual podría deberse al uso de gas LP que se utiliza para la cocción de alimentos, calentar el agua, incluso para el funcionamiento de algunos automóviles.
La experta universitaria señala que la capa de ozono se encuentra en la parte alta de la atmósfera, aproximadamente de 10 a 40 kilómetros sobre la superficie terrestre; se encarga de absorber la radiación ultravioleta de alta energía, es decir, los rayos UVB y UVC.
Si no existiera, pasaría demasiada energía y tendríamos más problemas de cáncer, no se obtendrían los cultivos y se pondría en riesgo la existencia del ser humano y demás seres vivos que habitan la Tierra. Sin embargo, permite la entrada de cierta radiación que hace posible la vida en la atmósfera, la producción de alimentos, etcétera.
A nivel tropósfera “en donde nos encontramos” hay un ozono dañino, generado a partir de precursores como los óxidos de nitrógeno y los compuestos orgánicos volátiles, que son resultado de las actividades de las personas.
La científica relata que en 1985 se publicó el primer artículo en el British Antarctic Survey, en el que se utilizó el concepto de “agujero de ozono” para referir la destrucción de la capa de ozono, derivado del impacto de dichas acciones.
En 1994 la Asamblea de las Naciones Unidas proclamó el 16 de septiembre como el Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono para recordar la firma del Protocolo de Montreal y reconocer los avances obtenidos; este fue exitoso, incluso se logró que numerosas naciones cumplieran sus objetivos de reducir el consumo de determinadas sustancias antes del tiempo previsto.
De hecho, el 16 de septiembre de 2009 la Convención de Viena y el Protocolo de Montreal se constituyeron en los primeros tratados de la historia de las Naciones Unidas en lograr la ratificación universal.