Es necesario redoblar esfuerzos y fortalecer el apoyo de las autoridades para avanzar

Redacción

El atletismo de velocidad en México ha contado con pocos exponentes destacados a lo largo de los años, nombres que han brillado a pesar del rezago en esta disciplina frente a las potencias mundiales. Entre ellos se encuentran Ana Guevara en los 400 metros, Juan Pedro Toledo (200 m), Alejandro Cárdenas (400 m) y, más recientemente, Paola Morán y Cecilia Tamayo, quienes representan los limitados logros del país en este ámbito a nivel internacional.
Aunque México ha alcanzado algunos éxitos importantes, como medallas en Juegos Panamericanos, la posibilidad de obtener una presea en un Mundial o unos Juegos Olímpicos sigue siendo un objetivo lejano. “No estamos estancados, pero todavía estamos lejos del nivel de las grandes potencias”, admite Cecilia Tamayo, representante mexicana en los 100 y 200 metros durante los Juegos Olímpicos de París 2024. La velocista enfatizó la necesidad de redoblar esfuerzos y fortalecer el apoyo de las autoridades para avanzar.
A diferencia de países como Estados Unidos, Bahamas y Jamaica, México carece de tecnología avanzada para el desarrollo de velocistas, además de enfrentarse a una limitada cantidad de entrenadores capacitados. Mientras que en competencias internacionales los corredores utilizan equipos sofisticados para optimizar su rendimiento, en México estas herramientas son casi inexistentes. Tamayo, sin embargo, se entrena desde hace nueve años en Houston bajo la guía de Carl Lewis, una leyenda del atletismo con 10 medallas olímpicas. Este programa de desarrollo ha sido clave para su crecimiento, aunque representa una excepción en el panorama nacional.

Mayor inversión y detección de talento
Cecilia subraya la urgencia de más inversión en el atletismo. “Muchas veces tenemos que cubrir los gastos de nuestro bolsillo. Competir en el extranjero requiere recursos, pero vale la pena enfrentarse a los mejores”, afirma. Los éxitos históricos, como la medalla de plata de Ana Guevara en Atenas 2004 y el bronce de Alejandro Cárdenas en el Mundial de Sevilla 1999, son ejemplos de lo excepcional que resulta sobresalir en esta disciplina en México.
Luis Avilés también logró destacar recientemente con una medalla de plata en los 400 metros en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023, y el relevo 4×400 estuvo cerca de clasificar a París 2024. Sin embargo, alcanzar metas mayores requerirá tiempo, planificación y la creación de redes que detecten talento a temprana edad, inspirándose en modelos como el Boys & Girls Champs de Jamaica. “Estoy segura de que en México hay talento suficiente, pero necesitamos descubrirlo y darle seguimiento”, concluye Tamayo, quien ya se prepara para el Mundial de 2025. Su meta es seguir mejorando de la mano de Carl Lewis y demostrar que el atletismo de velocidad mexicano tiene un futuro prometedor.