Diversas dependencias municipales seccionaron las ramas y el tronco

Héctor Briseño

Las raíces del centenario árbol de amate, ubicado en el Zócalo de Acapulco, se resquebrajaron durante la madrugada del miércoles, y con ellas el tronco y el arbusto que proporcionaron sombra a miles de historias, sueños y momentos vividos durante el último siglo de Acapulco.

El también conocido como el Árbol de la Memoria en los últimos meses, en cuyas ramas colgaban decenas de fotografías de personas desaparecidas, se vino abajo sobre las escalinatas del Zócalo, afectando con ello también dos casetas de comerciantes semifijos, las cuales aún no han sido removidas.

Ciudadanos reportaron que el árbol se cayó alrededor de las 5 de la mañana.

El gobierno municipal aseguró que la caída del árbol del Zócalo, el cual dio sombra durante muchos años al desaparecido Café Astoria, se debió a causas naturales.

Al sitio acudieron elementos de la Coordinación de Protección Civil y Bomberos, Dirección de Áreas Verdes y la Coordinación de Servicios Públicos municipales, para seccionar las ramas y comenzar el retiro de residuos orgánicos.

Las brigadas acordonaron el área para evitar accidentes.

También se dieron cita integrantes del colectivo Memoria, Verdad y Justicia, para buscar las imágenes colgadas a modo de esferas en diciembre pasado, con rostros de personas no localizadas, entre las ramas y hojas del árbol, pero los brigadistas pidieron mantenerse alejados del área para evitar accidentes.

La caída del árbol dañó parte del cableado y dejó sin energía eléctrica a comercios de la zona. También dañó tuberías, las escalinatas que conducen al ayuntamiento viejo, losetas y mármoles.

El director de Áreas Verdes, Omar Hernández Juárez, especificó que el ejemplar caído es de la familia de los ficus, y se trataba de un amate negro.

El funcionario mencionó que “por la edad y el peso del árbol ya no pudo quedar de pie, las raíces presentaban cierto cansancio”.

Estimó que el árbol tenía más de 100 años, 20 metros de altura, fronda redonda de unos 40 metros de extensión, con las raíces extendidas y no tan profundas, por lo cual no tenía de donde sostenerse y el peso lo venció.

Hernández Juárez manifestó que “un árbol que representa a Acapulco en el corazón de la ciudad”.

Indicó que ya se analiza qué tipo de arbusto será sembrado en el sitio.

Mencionó que “las propuestas fueron entregadas a la presidenta municipal, para que el árbol sea sustituido por otro árbol, que sea nativo e icónico de la región”.