Ex portero profesional ayuda en la reconstrucción de Acapulco en las brigadas de limpieza del puerto
Norberto Almendra jugó en los equipos de Mantarrayas, Atlante y Tampico
Héctor Briseño
El ex portero de futbol profesional acapulqueño, Norberto Almendra, se pone diariamente los guantes desde la devastación ocasionada por el huracán Otis en Acapulco, el pasado 25 de octubre. Disciplinado cancerbero, guardameta de la colonia Progreso en el último torneo de los barrios, ex jugador de las Mantarrayas de Acapulco de tercera y diversos clubes de segunda división, además del Atlante y el Tampico Madero en la Primera A, Norberto Almendra participa infatigable en brigadas de limpieza de la ciudad, una de las labores más complicadas para las autoridades y cuadrillas especiales, pues el fenómeno meteorológico generó los desechos de dos años en un par de horas. Para Norberto Almendra, a quien se ha observado en diferentes sectores y avenidas de Acapulco, representa una ardua labor, pero también un orgullo, participar en la reconstrucción de Acapulco. “Ha sido muy cansado, es un trabajo de todos los días, pero aquí seguimos”, expresó el deportista de 40 años, ganador de múltiples torneos locales, estatales y de veteranos de futbol amateur, al mismo tiempo que muestra sus manos agobiadas por la recolección de residuos, ataviado con una playera de manga larga, como si se tratara de defender una portería. “Es una friega, pero hay que agarrar la escoba, el barrido fino es lo más pesado, también nos ha tocado recoger escombros a pura pala”. Resaltó que “ahora estamos también en las brigadas contra el dengue”, menciona durante un breve receso en la avenida Costera, en el que aprovecha para tomarse un refresco, descansar del arduo sol, descubrir y ventilarse el rostro, pues hay que protegerse del polvo y los malos olores. En días pasados, autoridades municipales indicaron que han recolectado 400 mil toneladas de basura tras el paso de Otis. Al concluir la plática, Norberto Almendra repite el viejo ritual que lo ha llevado a levantar suspiros y emociones en las tribunas de la unidad deportiva Acapulco y la Vicente Suárez, entre otras canchas llaneras y tribunas del balompié profesional, como cuando detuvo un penal a Reynaldo Navia en un amistoso en los campos del Palmar, entre las Mantarrayas y el América de Óscar Ruggeri. Se pone los guantes para continuar una labor contra el tiempo, que pocos ciudadanos resaltan, pero que representa mantener al puerto de Acapulco limpio y brillando, en conjunto con otros brigadistas y héroes anónimos.