Con tecnologías emergentes preservan costumbres y lenguas originarias, afirman
El uso de la realidad virtual fomenta enriquecer estos procesos culturales, señalan
Redacción
El videojuego en maya “Uk’ux ixim” (Corazón de Maíz), el libro en zapoteco con realidad aumentada “Diidxa” (Mis Primeras Palabras) y “Mook”, la experiencia del ritual de la siembra del maíz en realidad virtual, son algunos de los proyectos con los que el Laboratorio de Cultura, Educación e Innovación Digital (CEID) de la Facultad de Estudios Superiores Aragón, busca difundir y preservar prácticas socioculturales y lingüísticas de los pueblos originarios. Así lo afirmó la responsable del Laboratorio, Liliana García Montesinos, quien detalló que con estas tecnologías emergentes -realidad virtual, realidad aumentada, gamificación, ludificación tecnológica- se fomenta enriquecer estos procesos culturales y que las comunidades se apropien de ellos.
En ese espacio de investigación, que se encuentra en el Posgrado de la Facultad, converge un equipo multidisciplinario e interdisciplinario de investigadores, académicos, estudiantes, prestadores de servicio social o de prácticas profesionales de las licenciaturas y posgrados de Comunicación y Periodismo, Diseño Industrial, Ingeniería en Sistemas, Pedagogía, Antropología, Arquitectura, además de maestros normalistas e integrantes de comunidades indígenas de México y otros países como Guatemala.
Todos los proyectos que han realizado primero se desarrollan en la lengua originaria y, posteriormente, en español, lo que ha sido muy enriquecedor para ellos, agregó en entrevista la especialista.
“En la inmersión del ritual de la siembra del maíz ellos lo van narrando en mixe y tú vas observando, porque de eso se trata la inmersión, de tener la oportunidad de sembrar con ellos, escuchar el ritual en su lengua, con palabras que poco a poco se han ido perdiendo, pues las generaciones más jóvenes migran, se van a Estados Unidos”, comentó.
El Laboratorio inició en 2019-2020 a partir de la elaboración del libro Diidxa que la experta universitaria realizó con realidad aumentada, en zapoteco y español, como parte de su trabajo posdoctoral. Tras ver su impacto, en la FES Aragón le propusieron hacer más ejercicios con estas tecnologías para visibilizar y potencializar las lenguas originarias. Este primer texto se presentó a la comunidad de San Baltazar Guelavila, Oaxaca, en la que se encuentra la escuela primaria bilingüe Emiliano Zapata. Cuando lo vieron, adultos, pero principalmente niños, le dieron el mote de El libro que habla, subrayó.
Además, se consiguió que la UNAM FES Aragón –que editó la obra– donara ejemplares a la comunidad; por su parte, la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca otorgó tablets para que la escuela pudiera tener un aula digital.