Rodolfo Valadez

A unos días de que los tecpanecos celebren su fiesta patronal en honor a San Bartolomé Apóstol el 23 y 24 de agosto, Edmundo Pérez Abarca alista su traje y la máscara que usará durante la fiesta religiosa interpretando al personaje de El Tigre, uno de los personajes más importantes dentro de la celebración.

Del fondo de su ropero saca el traje; de un baúl un par de máscaras de felino. Tanto uno como otro han acompañado al hombre durante los más de 30 años que lleva interpretando el personaje, el cual aparece en la danza del mismo nombre que forma parte de las siete tradicionales de la fiesta patronal.
“Lo que más me llena de emoción es estar frente al patrón San Bartolito, darle gracias, venerarlo, honrarlo y pedirle salud para mi familia y mi pueblo. Esa emoción es indescriptible, única”, aseguró Edmundo Pérez.
Contó que fue en la primera mitad de la década de los años 80 cuando decidió adoptar el personaje del Tigre. Su atracción hacia la figura emblemática de la fiesta patronal, dijo, fue influenciada por su tío Quirio Pérez Galeana, quien por varios años se enfundó en El Toro de Petate representante del barrio de La Capilla durante la celebración.

Aunque desde muy joven tuvo la oportunidad de vestirse de Viejo, Vieja o de Caporal, otros personajes principales, afirma que es con la figura del Tigre con la que se siente más a gusto e identificado, porque lo considera como el que impone mayor respeto entre los participantes y la sociedad.

En un espacio de su casa, ubicada en el barrio de La Capilla, sobre una mesa coloca su colección de máscaras de tigre que ha usado al paso de los más de 30 años que lleva participando. Una de ellas es la más especial, pues narró que fue hecha por Gildardo Patricio, considerado el mejor fabricante de máscaras en la historia de Tecpan.
Edmundo Pérez, de 58 años de edad, lamentó que exista poco interés entre la niñez y la juventud por representar a cualquiera de los personajes de la fiesta de San Bartolo, por lo que llamó a los menores de las nuevas generaciones a incluirse en la celebración para que ésta no muera, “porque se trata de la fiesta de los tecpanecos, una fiesta nuestra, de nadie más. Y es responsabilidad de todos nosotros mantenerla viva”, asentó.

Reiteró que representar al Tigre durante la celebración religiosa es algo mágico. Un sentimiento indescriptible que también comparten los que personifican los otros personajes.
Con voz quebrada afirmó que “cuando uno se pone el traje y finalmente la máscara el personaje y uno se vuelven uno solo, los dos se funden en una sola interpretación y es ahí donde ocurre la magia que se convierte en fervor hacia la figura del santo patrón de Tecpan”.