Esta es una oportunidad para reconocer y celebrar el trabajo realizado en el cine

Redacción

Ayer, los nominados a los premios Ariel se reunieron en los históricos Estudios Churubusco para el tradicional encuentro de nominados, en preparación para la 66ª ceremonia de entrega que se celebrará el 7 de septiembre.

Armando Casas, presidente de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (Amacc), destacó la importancia de la academia, que desde 1946 se ha dedicado a la difusión, preservación y defensa del cine mexicano. Señaló que este encuentro es una oportunidad para que la comunidad cinematográfica se reconozca y celebre el trabajo realizado.

El evento tuvo lugar en el vestíbulo del edificio Luis Buñuel, en un ambiente festivo y de camaradería. Tatiana Huezo, directora seleccionada por su filme El eco, destacó la sorpresa y el orgullo de estar nominada en siete categorías. Lila Avilés, cuya película Tótem lidera con 12 nominaciones, expresó su gratitud y sorpresa por el reconocimiento, resaltando el impacto del tema de la pérdida en su obra. Inna Payán, con dos nominaciones en las categorías de documental y ficción por Una jauría llamada Ernesto y Todo el silencio, respectivamente, subrayó el riesgo y la posteridad de su documental. Ilse Salas, nominada a mejor actriz por Familia, destacó la sutilidad de su personaje y el honor de representar a todo el elenco a través de su nominación.

Harold Torres, nominado a mejor actor por Desaparecer por completo, reflexionó sobre la importancia del Ariel como fenómeno social y la necesidad de apoyo para la continuidad de la ceremonia. Alejandro Otaola, responsable del sonido en la misma película, expresó su sorpresa por la nominación y cómo su trabajo atmosférico en la banda sonora contribuye a la experiencia sensorial del filme.

Finalmente, Adriana Llabrés, nominada a mejor actriz por Todo el silencio, valoró profundamente su nominación, considerándola un gran honor y un motivo de orgullo personal.