Rinde protesta Claudia Sheinbaum Pardo como la primera Presidenta de México
Hace un reconocimiento a logros y legado del ex presidente López Obrador
Antonio Hernández Peralta
Claudia Sheinbaum Pardo asumió la Presidencia de la República en una ceremonia solemne ante el Congreso de la Unión, comprometiéndose a respetar la Constitución y las leyes mexicanas. Con gran emoción, expresó: “Protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de Presidente de la República que el pueblo me ha conferido, mirando en todo por el bien y prosperidad de la Unión; y si así no lo hiciere que la Nación me lo demande”. Estas palabras marcaron el inicio de un nuevo capítulo en la historia política de México.
El traspaso de poder fue un momento simbólico y emotivo. El presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, se quitó la banda presidencial y, junto con Sheinbaum, ayudó a la presidenta de la Cámara, Ifigenia Martínez, de 94 años, a incorporarse para que pudiera entregar la banda a la nueva mandataria. “Te la entrego a ti”, dijo Martínez, asistida por un tanque de oxígeno. Una vez completado el acto, Sheinbaum se colocó la banda con la ayuda de una cadete del Heroico Colegio Militar. Los legisladores presentes celebraron el momento histórico con vítores, que pasaron del tradicional “¡Es un honor estar con Obrador!” a “¡Es un honor estar con Claudia hoy!”, desde las gradas de invitados.
Conforme al protocolo, López Obrador había salido temprano de su casa en Tlalpan, portando la banda presidencial. A su llegada a la Cámara de Diputados, fue recibido por camarógrafos, motociclistas y simpatizantes, mientras posaba para fotografías con los senadores y diputados de la comisión de cortesía. Al ingresar al salón, los legisladores se agolparon a su alrededor para tomarse una última fotografía con el ahora ex mandatario. En una escena llena de camaradería, el senador Manuel Velasco lo abrazó, mientras López Obrador respondía con un gesto afectuoso. También, el ex presidente mostró un gesto de respeto al inclinarse y besar en la frente a Ifigenia Martínez.
La llegada de Sheinbaum al recinto fue recibida con gran expectación. A las 11:25 horas, la presidenta electa fue acompañada por una comisión de cortesía integrada exclusivamente por mujeres, un detalle significativo que resaltaba el cambio en la política mexicana. Entre ellas estaban las senadoras Julieta Ramírez Padilla, Edith López Hernández, las diputadas Irma Juan Carlos y Merilyn Pozos Gómez, entre otras.
En su primer discurso como presidenta, Sheinbaum rindió homenaje a López Obrador, destacando su legado como uno de los grandes presidentes de México. Afirmó que AMLO “inició y termina su mandato con más amor de su pueblo, y para millones, aunque a él no le gusta que se lo digan, el mejor presidente de México”. Con esas palabras, Sheinbaum marcó el inicio de lo que describió como la segunda etapa de la Cuarta Transformación, señalando que, por primera vez en la historia de la República, una mujer conducía los destinos de la nación. “Llegamos las mujeres a conducir los destinos de nuestra hermosa nación”, declaró ante el Congreso, añadiendo que no lo hacía sola, sino en representación de todas las mujeres mexicanas.
Sheinbaum recordó un momento importante en la historia de López Obrador, cuando hace 19 años, en ese recinto legislativo, el entonces jefe de Gobierno enfrentó un proceso de desafuero que marcó la lucha por la democracia en el país. Hizo referencia al discurso de López Obrador en aquel momento, en el cual el ex mandatario afirmó que tanto él como sus detractores serían juzgados por la historia. Sheinbaum aseguró que la historia ha juzgado a López Obrador como uno de los grandes de México, comparable sólo con figuras como Lázaro Cárdenas.
Describió a López Obrador como el líder político más importante de la historia moderna de México, el presidente más querido por el pueblo, y el iniciador de la Cuarta Transformación. A pesar de su renuencia a aceptar monumentos o calles con su nombre, Sheinbaum señaló que su legado permanecerá en el corazón del pueblo mexicano. Lo describió como un demócrata y un seguidor de los ideales de Francisco I. Madero.
La nueva Presidenta también resaltó que el 2 de junio de ese año, el pueblo de México expresó de manera democrática y pacífica que es tiempo de una transformación y de que las mujeres lideren el rumbo del país. Durante su mensaje, Sheinbaum celebró la riqueza cultural e histórica de México, mencionando a figuras clave como Benito Juárez, los liberales mexicanos, los hermanos Flores Magón, los obreros de Río Blanco y Cananea, Francisco I. Madero, Emiliano Zapata y Pancho Villa. También mencionó a los estudiantes de 1968 y a los cientos de hombres que lucharon por la libertad en la historia de México.
Sheinbaum también hizo una referencia al último libro de López Obrador titulado Gracias, expresando que el pueblo mexicano le devolvía ese agradecimiento. “Gracias por siempre, ha sido un honor luchar con usted”, afirmó, despidiéndose de él como un “hermano, amigo y compañero”. Nuevamente, el coro de “Es un honor estar con Obrador” resonó en la Cámara de Diputados, subrayando la influencia duradera del ex presidente.
La nueva mandataria destacó los avances logrados en los últimos seis años bajo el gobierno de López Obrador, enfatizando que millones de personas habían salido de la pobreza sin necesidad de aumentar impuestos, que la inversión extranjera había alcanzado niveles récord y que los salarios habían mejorado. De acuerdo con Sheinbaum, estos logros fueron posibles gracias al cambio de modelo económico, dejando atrás el “fracasado modelo neoliberal” y adoptando el “humanismo mexicano”. Afirmó con convicción que “a todos y todas nos ha ido mejor”, y prometió continuar con este enfoque en su gobierno.
Además, Sheinbaum agradeció la presencia de diversos mandatarios internacionales, incluyendo a los presidentes de Belice, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Guatemala, Haití, Honduras, Paraguay, entre otros, así como a Jill Biden, esposa del presidente de Estados Unidos. Este detalle subrayó la importancia internacional del evento y la relevancia del liderazgo de Sheinbaum no sólo en México, sino también en la región y el mundo.