Entregan por primera vez el galardón Lucio Cabañas a la normal de Ayotzinapa
Organizaciones sociales realizaron el evento en El Otatal, Tecpan
Miembros de organizaciones sociales en el estado entregaron por primera vez el galardón Lucio Cabañas Barrientos a la normal rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, por ser cuna de hombres que lucharon a favor de los derechos del pueblo. El acto de entrega del reconocimiento fue cerca de la localidad de El Otatal, en Tecpan, en el punto donde el 2 de diciembre de 1974 cayó en combate el guerrillero Lucio Cabañas Barrientos.
La presea, que por primera vez se entregó, es una iniciativa de los dirigentes de las organizaciones sociales para reconocer el trabajo hecho en favor de la lucha social en Guerrero.
El galardón fue recibido por Nardo Flores Vázquez y Clemente Rodríguez Moreno, representantes del grupo de padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa, a nombre de la normal rural, de manos de la propia Micaela Cabañas Ayala, hija del líder del Partido de los Pobres. La presea es una estatuilla con la figura de Lucio Cabañas, hecha a mano por artesanos de Taxco y bañada en plata, de acuerdo con la explicación que dio Roberto Hernández Mojica, dirigente de mineros en huelga de Taxco.
Durante el acto se rememoró a quienes perdieron la vida junto con Lucio Cabañas en El Otatal, como Esteban Mesino Castillo y Lino Rosas Pérez, así como de todos los hombres y mujeres que fueron detenidos y desaparecidos durante la guerra sucia.
El acto fue aprovechado por los familiares de los desaparecidos de esa época para reprochar la falta de resultados en las investigaciones y la nula atención hacia ellos de las autoridades, y al mismo tiempo exigieron al Estado mexicano que aparezcan con vida sus seres queridos. Entre las manifestaciones para exigir justicia resaltó la de la hermana de Lino Rosas, Bernarda Rosas Martínez, quien aseguró el gobierno, 47 años después de ocurridos los hechos, no responde cuando la familia pregunta por qué mataron a su hermano, “si su único pecado, dijo, fue gritarle al gobierno que el pueblo en esos años tenía hambre”.
Los dirigentes de las organizaciones fueron duros en sus demandas de justicia. Los representantes de los padres de los 43 aseguraron que a pesar de la buena intención del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, porque se conozca la verdad los integrantes de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Fiscalía General de la República (FGR), continúan poniendo obstáculos para que no se conozcan los resultados de las investigaciones y se castigue a los culpables, e insistieron en señalar como uno de ellos al ex gobernador Ángel Aguirre Rivero.
Norma Mesino y Nicolás Chávez recordaron a los luchadores sociales que han sido asesinados en la última década en Guerrero, y afirmaron que la represión del Estado mexicano en contra de las organizaciones sociales sigue contrastante hasta nuestros días.
También hubo llamados de los alumnos de Ayotzinapa para que regresen con vida los 43 normalistas desaparecidos en 2014 en Iguala.
La parte musical corrió a cargo de Lenin Fernández, integrante de la Dirección Colectiva de las Organizaciones Sociales del Estado de Guerrero, quien interpretó canciones de protesta de su autoría.
Asistieron Micaela Cabañas Ayala, hija de Lucio Cabañas; alumnos de la normal rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa; miembros de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (Ocss), encabezada por Norma, Carlos y Yeni Mesino Mesino; del Frente de Defensa Popular (FDP); de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos Víctimas de Violación de Derechos Humanos en México (Afadem); de la Asamblea Popular de los Pueblos de Guerrero (APPG); de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH); de la sección 17 de mineros de Taxco; del Centro Ecuménico de México y de la Red de Apoyo Solidario, así como los luchadores sociales Clemencia Guevara Tejedor, Tita Radilla Martínez, Nicolás Chávez Cortés, Juani Guzmán Reyna, Leopoldo Calderón, Diana Hernández, Noé Amezcua e Ilich Alarcón.
En la parte final, los asistentes colocaron dos cruces en las ruinas donde estuvo la localidad de El Otatal, en memoria de los dos profesores Esteban Mesino Castillo y Lino Rosas Pérez que murieron junto a Lucio Cabañas en aquella fecha.